Capitulo 40. Estoy celosa?

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El viaje en carruaje esta siendo una muerte en vida, he escuchado de un nuevo invento lo llaman ferrocarril es más rápido y más cómodo que viajar en carruaje ojalá y llegue pronto a Italia.

Un día más me repito en mi mente, un día más y estaremos en casa de mi padre....

La casa está a las afueras de la cuidad es una casa de una sola planta y con un bosque rodeando la propiedad, también creo que hay un arroyo cercano porque puedo escuchar el rumor del agua.

Mi padre sale a recibirnos, me abraza tan fuerte que olvidó el enfado y el abandono sufrido.

— Mami, mami quién es este señor?— dice el mayor de mis hermanos agarrando mi vestido.

— Mi vida el es un amigo de la familia, fue muy amigo de tu abuelo—

Se acerca a ellos y los abraza, los niños están un poco asustados y confundidos les regalo una sonrisa y ellos se tranquilizan. Después del reencuentro pasamos a la casa, en el interior hay una mujer rubia de cabellos ensortijado y grandes ojos verdes. Su apariencia es agradable y su sonrisa parece sincera.

Nos recibe con sendos besos en las mejillas, mi padre nos explica que es una costumbre francesa de afecto. Veo como de detrás de su vestido sale una niñita de apenas algo más de un año.

— Ven con papá mi vida, ellos son buenos y han venido a pasar unos días en casa con nosotros.—

En estos momentos estoy alucinando, nos deja para protegernos eso lo puedo entender pero crea un nueva familia para olvidarnos? No pienso con claridad la ira me invade. Me disculpo y salgo un momento al exterior de la casa.

— Qué es lo que pasa pequeña, y no me digas que nada porque te conozco lo suficiente para saber cuándo algo te preocupa.— dice mi padre a mi espalda.

— Estoy dolida y quizás sienta hasta celos... Comprendo porque te marchaste pero ya veo como no has tardado mucho en remplazarnos— respondo dolida y visiblemente molesta.

— Eso no es así, yo no planee enamorarme de nuevo, nunca os he olvidado lloro casa noche por lo que he perdido y nunca más podré tener. Ella no es como Margherita, ella es humilde y trabajadora. Con ella me siento en paz y con ella es con quién quiero pasar el resto de mis días.—

— Quiero creer lo que dices pero es tan difícil, hace un año y medio que no se nada de ti. Y de repente vuelves a mi vida con una nueva familia.—

— Si tú me pides que las deje lo haré, les pasare una mensualidad y vivirán lejos de mi.—

— Papá no me puedes pedir eso, ellas no se lo merecen. Quiero que seas feliz pero debes entender que necesito tiempo para aceptar está nueva situación.—

A la mañana siguiente me levanto con los ánimos renovados y con convicción de que debo dar una oportunidad a Beatrize. Después de desayunar le ayudo a recoger la mesa y me dirijo con ella al mercado.

Ella anda cabizbaja, se que habla algo de italiano pero no mucho por lo que decido hablar con ella en francés.

— Siento si te ofendí con los actos, no tengo nada en tu contra solo es que necesito asimilar un poco todo lo que está pasando.—

— No estoy ofendida señora, me apena que una futura marquesa deba de vivir en una casa tan humilde y sin servicio.—

— No te preocupes por eso, no soy la típica dama de la alta sociedad. Ya tienes el vestido de novia?—

— No, pero arreglaré uno de los que tengo. Aunque los negocios marchan bien todavía estamos pagando la casa y un pequeño préstamo. —

— Buscaremos la casa de modas, yo te quiero regalar el vestido. También quiero saber dónde sacasteis el préstamo y ver cuál es la cantidad que se debe.—

— No podemos aceptar eso, es demasiado.— dice avergonzada.

— No es una sugerencia, estamos hablando de la felicidad de mi padre y mi hermana. No quiero que ustedes pasen dificultades.—

Pasamos toda la mañana de aquí para allá, gracias a ser previsora he traído suficiente dinero para comprar el vestido y pagar la deuda, no tengo para la hipoteca pero al menos será un respiro para ellos.

Cuando vuelvo a casa hablo con Alesso, creía que se enfadaría por hacer las cosas sin consultar. En cambio me besa y me abraza, me dice que está muy orgulloso de mi. Dice que tengo un corazón muy grande y que me he ganado un lugar en el cielo.

Eso me hace sonreír no creo que sea para tanto, supongo que cualquier hijo haría lo mismo por si padre. Y Alesso me dice que no todo el mundo es como yo. Que agradece su suerte por tenerme a su lado.

Que lindas palabras me dedica, desde que comenzó con la reconquista no ha dejado de enamorarme con sus actos y sus palabras.

***

Faltan dos días para la boda despues de eso solo podremos quedarnos una semana más, aunque mi suegro ya está recuperado es mucho trabajo el que le hemos dejado. Me gusta estar aquí y pasar tiempo con ellos pero tenemos responsabilidades.

Me encantaría que ellos pudieran venir a visitarnos pero se que es imposible si alguien reconociera a papá todos nuestros esfuerzos se irían al traste.

Hemos salido a dar un paseo en familia, solo los adultos sabemos de la relación que nos une, para los niños y para los demás somos unos viejos amigos de la familia.

Llegamos a un parque, mi padre y Beatrize se regalan arrumacos mientras los niños juegan en la hierba verde. Sólo con mirarlos despiertan los celos de la gente que nos rodea, se puede ver que se aman con locura. Espero que ahora sí aprovecha esa tercera oportunidad, pocos son capaces de tener siquiera una segunda y él ha tenido la dicha de tener una tercera oportunidad para amar y ser amado.

Alesso llega con unos dulces y unos zumos, los niños se vuelven locos por el dulce. Supongo que porque coman hoy un poquito no pasará nada, solo espero que no les de duela la barriga en la noche y todos podamos descansar adecuadamente. Mañana será un día especial repleto de muchas sorpresas y la mayoría desconocidas por los futuros esposos.

Matrimonio por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora