"Más Allá De Tu Sangre" [ATEEZ x T/N]

Capítulo 4 "Yeosang"

Narra T/N

— Adelante — Una voz más profunda que la de Seonghwa respondió al otro lado de la puerta.

         Yunho rápidamente abrió la puerta y me empujó dentro, después entró él y cerró la puerta sin tardarse mucho. Casi no podía ver alrededor ya que estaba todo oscuro y mis ojos ya se habían acostumbrado a la luz, solo veía las pequeñas luces de las velas encendidas, cerré mis ojos para acostarme más rápido.

— Yeosang, ella es T/N, es humana. Hongjoong está dejando que se quede para que se recupere de unas heridas que le causaron los hombres lobos —Dijo Yunho al empujarme para acercarme a él.

         Poco a poco fui abriendo mis ojos para por fin ver algo en la oscuridad, mire hacía un escritorio y ahí estaba Yeosang sentado mientras nos miraba, su piel era la más pálida que había visto, más que la de los otros vampiros, su cabello negro resaltaba demasiado por eso, igualmente tenía una cara muy simétrica y bella.
         Se levantó y se nos acercó, ahí pude ver cómo tenía los brazos y muslos muy marcados, Yunho dijo que no haría nada pero creo que con ese cuerpo fácilmente me puede romper en dos. Él me miró y sonrió.

— Mucho gustó T/N, soy Yeosang —Me ofreció su mano para saludarla.

         Lo saludé y pude sentir lo fuerte que era su mano, si él iba a curar mis heridas dudaba que lo fuera a hacer con delicadeza, me esperaba lo peor.

— La dejo contigo para que la ayudes, volveré en un rato. Sino otro chico lo hará —.

— Está bien —Yeosang me dió una sonrisa ligera.

         Yeosang observó a Yunho irse y pude notar como el sol de verdad le molestó en los ojos, las pupilas rápidamente se le contrayeron y dejaron ver más claro el color de sus ojos ojos, después de casi quedarse ciego, se los limpió con sus mangas y después devolvió su mirada a mi.

— ¿Los hombres lobos te atacaron, verdad? —Dijo al devolverse su escritorio, frente a este había una pequeña camilla, el la señaló para que me sentara.— Esas son heridas difíciles de sanar para un humano ¿Cuando fue que te atacaron? —.

— Ayer por la noche —Contesté al sentarme con mucho cuidado ya que la camilla estaba algo alta.

— Ya veo ¿Qué tipo de heridas son? —Preguntó mientras buscaba algo ente los cajones.

— Rasguños y es posible que una fractura, me duele mover mucho un brazo —.

— Está bien, veamos que podemos hacer para que te duela menos —.

         Su voz profunda hacia que estuviera algo tranquila frente a sus brazos y manos, pero sus ojos rojos me devolvían la intranquilidad, eran el rojo más intenso que había visto en toda mi vida.
         Cuando terminó de tomar las cosas necesarias, puso todo en el escritorio y después se me acercó a mi. Me observó detenidamente de pies a cabeza.

— ¿Tienes vendas en todo el cuerpo? —.

      Asentí con la cabeza.

— Bueno, tendré que quitartelas para ponerte un suero especial ¿Puedo? —Dijo antes de tocar mi brazo, una vez le di el permiso comenzó a quitarme las vendas con mucho cuidado.

         No habló en todo el tiempo que me quitó las vendas y curitas de los brazos, solamente observaba detalladamente cada rasguño, moretón o cualquier clase de irregularidad en la piel, de vez en cuando me echaba un ojo para ver si no me dolía. Cuando terminó con los brazos siguió con las piernas, revisó desde las plantas de los pies hasta las rodillas.