Si te vas seguramente el mundo seguirá transcurriendo como de normal, incluso mi vida deberá transcurrir como si nada.
Todo deberá continuar igual, madrugaré cada mañana y me acostaré tarde por las noches.
Ya no estarás tú para levantarme con tu mensaje de buenos días, para contarme cómo fue tu día y hacerme reír cada noche con cualquier tontería que concurra tu mente.
Eso habrá cambiado. Mi vida y el mundo seguirán igual con esa pequeña pero enorme diferencia: tú ya no estarás. Y a causa de ello me tocará actuar con normalidad y aceptar la realidad.
Si tú te vas, ya no habrán conversaciones en la madrugada de esas que sacan lo profundo del corazón, los lunes no serán bonitos porque no estará tu sonrisa, los fines de semana no serán caóticos por tus distintos planes y la semana pasará lenta porque nadie me esperará en casa un viernes después de toda la semana sin verte.
Si te vas, sé que no podré detenerte porque querré pensar que lo haces para ser feliz ya que supondré que ya no lo eres conmigo.
Quizás con el tiempo encontraré mejores noches, mejores besos y mejores planes, pero sé que aunque te vayas y vengan otros brazos, tu nombre siempre será suficiente para erizar mi corazón y trastornar mi mente.
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Huellas de una adolescente
Teen FictionEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...
