De eso se trataba, buscar una alternativa para detener el tiempo y que ojalá siempre estés conmigo.Porque cuando nos miramos le hacemos frenar al tiempo, recordándole los miles de momentos que hemos vivido juntos. Muchísimos buenos y otros no tan buenos.
Lo importante es que pese a lo que pasase hemos seguido agarrados de la mano, mientras nos sujetábamos al bote salvavidas, aferrándonos a la idea de que algún día seríamos capaces de ponerle freno al tiempo.
Por fin lo conseguimos.
Le pusimos el freno de mano al tiempo.
Y me siento gigante al ver que, tras tantas nubes que hemos tocado y tantas veces hemos caído y tropezado, aquí sigues.
Agarrado de mi mano.
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Huellas de una adolescente
Novela JuvenilEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...