Huellas de una adolescente

89. No era el momento

Sabía que ahora no era nuestro momento, pero aún así me enamoré de ti.
De tus orígenes, tu familia, tus manías, tus tonterías, tus defectos y virtudes.
Porque sí, tienes defectos, al igual que yo, así es, somos personas imperfectamente perfectas.
No me malinterpretes, acepto todos y cada uno de ellos y por ello, me gustas aún más.
Nunca sentí esta sensación ni sentimiento. A esta magnitud, ni con esta forma de guardarle un espacio a alguien que ahora mismo está centrado en sí mismo.
Hablé muchísimas veces de ti, me sigue pareciendo alucinante la forma en la que hace 6 años que algo dentro de mi empezó a encender un fuego, un dichoso incendio y a pesar de que hayan pasado más personas en mi vida, es verte y mi mundo se enciende de nuevo.
No sé qué me deparará el futuro, si nuestros caminos se conseguirán juntar y podré desarrollar y hacer realidad todos esos sueños que invaden mi mente junto a ti.
Sólo espero, que pase lo que pase, poder seguir viéndonos crecer y verte siempre ilusionado por tus tonterías y ver como cumples tus aspiraciones.