Si lo pienso, sí, te echo de menos.Echo de menos nuestras risas, nuestras bromas, las llamadas hasta las tantas de la madrugada...
Pero también echo de menos esas charlas en las que sacaba los sentimientos a flor de piel aún sabiendo lo que se me iba a venir encima.En ese instante todo se volvió a sentir cómo antes, hasta que choqué de nuevo con la realidad y recordé que ya no hablamos, ni sé qué comiste ayer o como están tus hermanos.
Me duele ver que nos perdimos el uno al otro con nuestras tonterías y que ya no hay ese nada que era tanto.
Ahora me conformo con pasar por tu lado y ver a un desconocido, un desconocido al que conozco sumamente bien.
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Huellas de una adolescente
Подростковая литератураEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...