A mis dieciséis añitos de vida, he vivido muchas historias de amor.He de decir que aunque yo deseara en algunas, con todas mis fuerzas que no fuera así, todas han tenido su final.
He vivido finales trágicos y caóticos en los que lloras hasta quedarte sin aliento, otros en los que tomas la decisión y por ello cuentas con un poco más de fortaleza para afrontar la situación y otros que, en cambio, han tenido un final bonito y pacífico, sin olvidar que seguía siendo un final.
Cada historia de amor ha sido distinta a la anterior, todas especiales, por motivos similares o por distintos.
Pero coinciden en una misma reflexión : me han hecho crecer, ya fuera por el dolor que me han causado o por la admiración hacia la persona que era protagonista conmigo en la historia.
ESTÁS LEYENDO
Huellas de una adolescente
Teen FictionEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...