Todos los muros que tenía por fin levantados y en camino a ser lo suficientemente rígidos como para poder avanzar, se desmoronaron cuando me contaron eso de ti.
No me lo esperaba, pensé que eras diferente y que todo eso que me dijiste aquella noche era verdad.
Descubrí que no, y todo lo que había construido durante meses se fue al traste.
Ahora han vuelto esos demonios, inseguridades, miedos, noches de insomnio y pesadillas, exacto esos fantasmas del pasado que había conseguido enterrar.
Dime,
¿era necesario que me enterase por parte de tus amigos en vez de que saliera de ti?
¿lo era también el reavivar la llama de todos los fantasmas del pasado que un día te conté?
No lo era, lo sabes y lo sé.
No se golpea en la herida un día te dijeron que estaba por cicatrizar.
Pensándolo bien, no creo que te merezcas lo mucho que lloré por ti aquella noche.
Esos llantos desconsolados, esas respiraciones ahogadas, las miles de preguntas y el sentimiento de traición que hizo caer todos y cada uno de los muros, uno a uno.
ESTÁS LEYENDO
Huellas de una adolescente
Teen FictionEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...
