Soy la chica del cielo.
Me encanta la luna, tan sola pero a la vez preciosa.
Delicada, elegante, solitaria...
Inalcanzable y deseada por todos, cambia por días e ilumina el cielo ella solita.
Mis estrellas.
Tan pequeñas, insignificantes en el cielo si las comparamos con los otros astros o planetas.
El firmamento, la cosa más bella del universo y dónde se guardan todos y cada uno de mis sueños.
Adoro los atardeceres tanto como los amaneceres.
Nubes de tonos cálidos, ver como cae o se eleva el sol, todo un espectáculo para mis retinas.
El sol, esa bola de luz que vemos todos los días.
Poderoso, rudo, ingobernable...
En la luna reflejada la clase de mujer que quiero ser y en el sol la fuerza y valentía que quiero tener.
Además del cielo, amo la noche.
Oscura, silenciosa, con sentimientos a flor de piel, la ciudad a mis pies con pequeños focos de luz.
No sólo siento pasión por el cielo, también por el mar.
El sonido de las olas rompiendo contra la orilla, el silencio que a la vez callan las olas, las miles de conchas que recoger a lo largo de la orilla mientras dejo huellas de mis pies descalzos.
Siento pasión por la luna, esa mujer que quiero ser; el sol, la valentía que quiero tener; las estrellas, mis sueños al crecer y el mar, el arte que mis abuelos me enseñaron.
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Huellas de una adolescente
Teen FictionEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...
