Simplemente ella.
Con su esencia, su risa, sus locuras...
Es tan imperfecta y tan perfecta a la vez que eso la hace aún más única y especial.
Es eso lo que me hace quererla tanto.
Esa forma tan bonita y especial que tiene de cuidarme sin importar contra quién tenga que luchar, de arreglar mis días, de hacerme feliz.
Me siento orgullosa de poder llamarte amiga, y no sólo eso, si no también hermana.
Nuestros padres son distintos, aunque considero a los tuyos como los míos y viceversa, no somos hermanas de sangre pero sí por el destino.
Porque sé, y siempre supe y sabré, que allá dónde tú estés estará mi hogar, alguien en quien confiar y con quién reír y llorar.
Me siento orgullosa de que estés en mi vida y yo de estar en la tuya, de poder vernos crecer y en un futuro contarle a mis hijos todas y cada una de nuestras aventuras.
Eso es lo que me hace quererte tanto y de una forma tan bonita y tan especial.
Porque se trata de conexión no de tiempo y por ello tú y yo somos la mejor combinación, sin importar el momento.
Te quiero amiga.
Os quiero amigas.
A vosotras, Agatha, Inés, Marina, Judit y Rocío, que siempre me habéis acompañado de la mano.
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Huellas de una adolescente
Teen FictionEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...
