Desde pequeña he ido al psicólogo.
No lo veo cómo algo malo o una cosa de locos cómo la gente dice.Tú vas al dentista, él va al traumatólogo, ella al oftalmólogo y yo al psicólogo.
Tú lo verás distinto, pero al fin y al cabo todos son médicos, la diferencia es que cada uno trata una parte del cuerpo.
Nuestros queridos psicólogos, también denominados vulgarmente como loqueros, nos ayudan a curar la parte más importante de nuestro cuerpo.
Nuestro cerebro.
Esa pequeña partecita de nuestro cuerpo que nos controla desde el punto más cómodo del palacio, controla nuestro templo a la vez que lo que hay dentro de él.
Necesitamos ayuda y no es malo asumirlo, necesitamos a médicos que nos ayuden a organizar esa partecita del cuerpo que es la más importante de todas.
Créedme cuándo os digo que necesitamos organizarla todos, unos más que otros, pero todos necesitamos aprender a controlar nuestras emociones y sentimientos para así poder prevenir "pupas" o estar "malitos" del cerebro.Enserio, démosle importancia a la corona del palacio y preocupémonos por nuestra salud mental ya que es igual de importante que la del resto del cuerpo.
Ir al psicólogo no es malo, no es de locos, es de valientes.
Es de valientes admitir que tienes un problema, buscar ayuda y luchar para solucionarlo.
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Huellas de una adolescente
Novela JuvenilEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...