Te encontré cuando menos esperaba que lo iba a hacer.
Te encontré en aquel andén, aquella mirada y aquel atardecer.También lo hice en aquel silencio en el que me hundo y entre las páginas de ese libro que te tanto me ayuda a evadirme del mundo.
Te encontré una vez y te volví a encontrar meses después, quizás fue casualidad o quizás fue el destino al que le estoy dejando que haga lo que le plazca contigo y conmigo.
Encontré miles de definiciones con tu llegada a mi vida o quizás fue al revés y yo llegué a la tuya.
Simplemente te conocí.
La definición de amor en tu mirada, la de querer en tus palabras y la de amar en tus actos.
Sin pensarlo coincidí.Uní las piezas de un puzzle que llevaba incompleto tanto tiempo que ni lo recuerdo.
Atando cabos entre tantos y tantos.
Amor incondicional, de esa parte que te hace dejar de estar cuerdo.Amor puro porque a pesar de las heridas de amores pasados y distancias tan largas que nosotros las hacíamos cortas, hubo un reencuentro.
Aquí nos encontramos, mirándonos cara a cara y sintiendo todas y cada una de las sensaciones del primer momento.
Ya ni me acuerdo cuánto hace de eso, sé que lo siento y está muy adentro.El destino quizás.
Nos volvió a juntar, con la oportunidad de aprovechar lo que no supimos hacer y correr sin mirar atrás.
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Huellas de una adolescente
Teen FictionEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...