Familiares hay muchos, pero ninguno será nunca tan importante y esencial como ellos, los abuelos.
Abuelas y abuelos.
Alguien de quien aprendes vivencias, escuchas historias pasadas y alguien con quien ríes a carcajadas.
Junto a ellos parece que la vida se mira de distinta forma.
Sus reconfortantes abrazos y besos que te llenan el cuerpo de alegría, sus consejos sobre la vida.
Sin más, su esencia.
Ojalá los abuelos fueran eternos y no tuvieran que irse nunca.
Por desgracia son los que menos tardan en irse, dejando un vacío inmenso en tu corazón y ya no solo en el corazón, si no también en el alma.
Los abuelos que crían a sus nietos dejan huellas en sus almas.
Totalmente cierto, porque aunque vosotros, abuelos ya no estéis de forma física, sé que seguís conmigo vosotros y la huella que habéis dejado en mí.
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Huellas de una adolescente
Teen FictionEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...
