Mentí.
Le dije que no me iba a doler, cuándo realmente se me quemaba el alma por dentro desde que me habló de ella.Pero, ¿qué le iba a decir?
Él estaba a kilómetros de mí y no podía atarlo a mí con unas cadenas que ni yo misma me pondría.Me sería imposible hacerlo.
Quiero que disfrute y que sea feliz, aunque eso implique a otra persona por su parte, aunque eso implique que a mí me arda el alma.Eso es querer, quererte.
Por mucho que estés lejos o cerca, no te ataré a mí cuando ni yo puedo atarme a mí misma.
Te quiero, quiero verte feliz, sea cómo sea, sea con quién sea, duela o no, verte feliz siempre será lo importante para mí.
Porque eso es amor, amor libre, sin cadenas, sin celos, sin ataduras, amor sano e incondicional.
Era normal que él me dijera que si fuera al revés le dolería en el alma, a mí ya me dolía, pero no podía decírselo.
No podía decirle que le quiero y que no quiero que se líe con ella porque me duele en el alma y si lo hace no sé si podré verlo igual, no podía condicionarlo en su experiencia.
Me hice la desinteresada, la dura, la que no sentía ni padecía mientras mis ojos se encharcaban y sonreía porque quería que tú fueras feliz, fuera como fuera, fuera con quién fuera.
Pido perdón por no valorarte cuando debí hacerlo, pero aquí me tienes, demostrando que te quiero.
haciéndome la fuerte y la valiente, con la mirada al frente, sin miedo ni temor, porque nadie te enseña a querer de esta forma tan sana que aprendí de tí.Gracias por enseñarme a querer de la forma tan bonita que siempre me has querido.
Porque con esa forma tan bonita soy capaz de dejarte ir cuando lo único que quiero es tenerte aquí, pero lo más importante siempre ha sido que seas feliz.
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Huellas de una adolescente
Teen FictionEn este libro de textos, algunos más breves que otros, hablo sobre el dolor, el amor, sensaciones y sentimientos que sentimos todos a lo largo de nuestra adolescencia y algunas reflexiones que he ido escribiendo según las experiencias y el paso del...