Joseph no tardó en contestarme el mensaje, me dijo que perfecto y que allí estaría a las siete en punto de la mañana.No pude evitar ir con una gran sonrisa todo el camino hacia el hotel, de cada vez me sentía más a gusto en Londres, la primera semana había pasado volando y había conseguido adaptarme al sitio y a mis compañeros más rápido de lo que nunca hubiera imaginado.
Estaba haciendo cuatro amistades fantásticas con Joseph, Phoebe, Tuppence y Tom, aunque este último quisiera en algún momento intentar algo más sabia que si le paraba los pies lo respetaría. Creo ya había pillado las indirectas de que no me interesaba en ese sentido.
Aunque con los cuatro me llevaba estupendamente, estaba claro que con Phoebe y con Joseph estaba teniendo una complicidad y una confianza mucho más elevada que con los otros dos. Eso me daba mucha seguridad y tranquilidad, ya que sentía que podía tener un apoyo en momentos en los que sintiera nerviosismo, ansiedad o necesitará hablar con alguien.
Estaba claro que tenía el apoyo incondicional de mis padres y mis amigos desde Mallorca y Barcelona, pero por desgracia a ellos no los podía tener presencialmente y no podía estar con ellos en el set de rodaje, que es seguramente cuando más falta me haría hablar con alguien in situ. Aunque claramente los problemas o alegrías que pudiera tener se los contaría enseguida que pudiera ya fuera por vídeo llamada o por mensaje de texto.
Sin darme cuenta al fin llegué al hotel. Estaba tan sumergida en mis pensamientos que se me hizo muy rápido el camino. Al entrar vi que el buffet aún seguía abierto, así que fui corriendo hacia allí porque quedaba poco tiempo para que lo cerraran. Agarré cuatros cosas de las que quedaban y me dejaron subirlas a la habitación para que pudiera comérmelas allí.
Llegué a mi habitación y, antes de cenar, me puse cómoda poniéndome el pijama y acomodándome el pelo en una coleta alta.
Me puse en el escritorio que tenía mi habitación toda la comida que había subido y cogí el portátil para entretenerme con algo mientras cenaba. Estuve mirando las fotos que hicimos en el día de ayer y todas eran muy bonitas, la mayoría muy graciosas porque siempre hay alguien que sale despistado o haciendo el payaso.
La verdad es que aún me costaba creer que en mi primer trabajo fuera de España hubiera tenido la suerte de coincidir con ese grupo de personas que tan cálidamente me habían acogido y me habían incluido en su círculo de amistad.
Cuando terminé de cenar, cerré el ordenador y lo metí en su funda. Antes de ir a dormir, me fui a lavar los dientes y después metí el cepillo y la pasta de dientes en una maleta.
Me quedé plantada delante del armario pensativa. Ya me había llevado algunas mudas, pero Natalie me avisó que venían unas semanas muy intensas de grabación antes de Navidad y seguramente serían pocos los días que tendría tiempo de volver al hotel a dormir.
Así que, con todo eso, decidí coger un par de mudas más y meterlas también en la maleta junto con el portátil. La revisé varias veces para asegurarme de que no me olvidaba nada y, cuando estuve segura, la cerré y por fin me metí en la cama.
Me puse la alarma a las 6 para que me diera tiempo a ducharme y arreglarme antes de quedar con Joseph para tomar el café. En nada de tiempo me quedé dormida, a pesar de los nervios por empezar, al fin, el rodaje.
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La alarma ya estaba sonando y parecía que hacía cinco minutos que me había metido en la cama.
Me levanté de un salto recordando que a las 7 tenía una cita con Joseph. Me duché, me sequé el pelo para evitar coger un resfriado y me vestí. Intenté vestirme de manera arreglada pero informal, quería estar guapa. Pero que aún así fuera ropa cómoda, ya que para grabar y hacer las fotografías necesito libertad de movimiento.
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Dos veces amada | Parte I
FanfictionDalia es una chica tímida a la que siempre le ha apasionado el cine y la fotografía, por lo cual, sin dudarlo, decidió estudiar la carrera de cinematografía. Gracias a su esfuerzo consigue un primer trabajo como ayudante en una serie de la BBC en I...