044 - El roce de sus labios

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4 de febrero de 2017

Narra Dalia:

Había pasado un mes desde Dacre y yo nos besamos bajo el muérdago. Un cúmulo de sensaciones me invadían cada vez que recordaba el roce de sus labios sobre los míos y deseaba poder volver a sentirlos. No podía dejar de pensar en ello.

Aunque yo tenía claro lo que sentía por él, empezaba a no estar tan segura de que él pudiera sentir algo por mí, más que una simple amistad. No habíamos hablado sobre ese beso y, aunque en su momento me pareció que él lo deseaba tanto como yo, empezaba a dudar de que eso fuera así.

El porqué de esta duda se debía a que tenía la sensación que simplemente ignoró el beso. Tal vez para el fue un beso más puesto que fue algo impuesto por una tradición navideña. Puede que para el simplemente fuera lo mismo que como cuando tiene que besarse con alguna chica en algún rodaje; es decir, un beso sin más, sin importancia.

Si hubiera significado algo para él, me lo habría dicho, ¿no?

No mentiré, me había hecho ilusiones de que quizás el también sentía algo por mí. Pero entre eso y que hace unas semanas podría haberme vuelto a besar y no lo hizo, solo me provocaba dudas y más dudas.

Además, parecía que el destino quería jugar en mi contra. Estas semanas el rodaje había llevado un ritmo frenético pero con la mala suerte de que a penas pude coincidir con Dacre y, por ende, no había podido hablar con él.

Encima, los días que teníamos libres Dacre tuvo que ir a empezar a hacer alguna promoción de la película Power Rangers, cosa que complicaba más que pudiera tener algún momento a solas con él.

Pero lo peor de todo no era eso, lo que me dolía todavía más era ver las entrevistas que le hacían a él y a sus compañeros de película, como miraba a una chica morena muy guapa que también era una de las protagonistas. Si ya de por si era una indecisa de campeonato a la hora de declarar mis sentimientos a un chico, esto no ayudaba en absoluto.

La miraba de una manera que estaba casi segura que había o hubo algo entre ellos. Eso no hacía más que acentuar mi miedo a decirle lo que sentía y a creer que efectivamente nuestro beso no significó nada para él.

Por mucho que me repitiera una y otra vez que debería hacerlo, que debería hablar con él para saber si podía haber algo entre nosotros o debía olvidarle, el miedo al rechazo frenaba estas intenciones.

En fin, pensé que lo mejor sería centrarme en el trabajo y ya el tiempo diría si Dacre y yo estábamos destinados a estar juntos o  nuestros caminos se cruzaron para ser simplemente buenos amigos. Él hoy volvía al rodaje después de estar una semana fuera con la promoción, seguramente tendría muchas cosas que contar.

Me levanté temprano, pero estaba tan cansada del ritmo del rodaje que preferí tomarme un café tranquila en la habitación y descansar un poco antes de ir hacia el set. John, increíblemente, también se levantó temprano y vino a mi habitación a tomar el café conmigo.

Estuvimos un rato charlando sobre todas las nuevas técnicas que habíamos aprendido en cuanto a métodos para grabar y fotografiar, entre otras cosas. Obviamente, sabía que no podría evitar con él el tema de mi situación con Dacre, así que no tardó en preguntar.

— Hoy vuelve Dacre, ¿piensas decirle algo ya? —inquirió—. Hace ya un mes que te lo estás pensando, yo creo que ya empieza a ser hora, Dalia.

— Lo sé. Sé que te dije que no tardaría en decirle algo, pero es que tampoco he tenido el momento —dejé el vaso de café y me recosté sobre la silla, ya que estábamos sentados en la mesita que había en mi habitación—. Entre el estrés del rodaje y que se ha ido a promocionar Power Rangers, no he tenido ni un momento para estar a solas con él.

Dos veces amada | Parte I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora