Todos entraron a duras penas dentro del remolque, se encontraban en un evidente estado de embriaguez. Algo normal si lo piensas, acababan de llegar de una fiesta.— ¿Vais a vol..volvr? —a Phoebe se le trababa la lengua a causa del alcohol.
— Creo que es hora de ir a dormir Phoebe —me reí y me acerqué a ella para que se apoyara en mi para poder mantenerse en pie.
— No cambies de tema con la excusa de la borrachera de Phoebe —Tuppence me miró con intensidad—. No creo que hayáis venido solo hablar, Dalia. Llevas el maquillaje todo corrido y la mitad está en la cara de Joseph —se burló.
— Y de cómo llevas el pelo, mejor ni hablamos —añadió John también carcajeándose.
— ¿Por qué no mejor hablamos mañana? —interrumpió Joseph mientras se limpiaba la cara con una mano—. Está claro que Phoebe necesita dormir, y esto puede esperar.
— Sí, mejor —añadí— ¿Me ayudas a llevar a Phoebe hasta la caravana? —le pregunté a Jonh, ya que la pelirroja estaba medio ida y yo sola no podía con ella.
— Claro, sin problema —contestó mientras la sujetaba por el otro costado—. Buenas noches chicos —añadió dirigiéndose a los demás.
— Esperad, vengo con vosotros y ya me iré a dormir yo también —Tuppence se acercó a la puerta y la abrió—. Buenas noches.
— Espera Dalia —Joseph se acercó a mí antes de que saliera por la puerta y me dejó un dulce beso en la frente— Descansa —sonrió y yo me sonrojé.
— Vamos tortolitos, ya os veréis mañana. Esta mujer necesita una ducha y la cama con urgencia —dijo Tuppence. Y tenía razón, Phoebe no estaba en muy buen estado.
A trompicones conseguimos llegar a mi remolque, John se fue al suyo y Tuppence me ayudó a duchar y meter en la cama a Phoebe, la cual se quedó dormida al instante emitiendo unos ronquidos más que sonoros, lo que hizo que Tuppence y yo nos rieramos por lo bajo.
Le di las gracias a Tuppence y me disculpé por haber desaparecido después de las 12. Ella solo sonrió y no le dio importancia, se dirigió a la puerta pero antes de salir me miró.
— Me alegro de que estéis juntos al fin —me miró afable.
— Bueno... Solo hemos estado juntos esta noche, no hemos hablado de qué significa o qué haremos a partir de ahora... —murmuré pensativa.
— No te preocupes. Seguro que os entenderéis y sabréis como manejarlo —me dio un beso en la mejilla—. Buenas noches Dalia
Yo también le di las buenas noches y cerré la puerta. Me quité el maquillaje, me di una ducha, me puse cómoda y me metí en la cama. No dejé de darle vueltas a lo que acababa de pasar y me sonrojaba nada más pensarlo. Pero por otra parte me entristecía al recordar que solo me quedaba a penas un mes para estar allí.
Estaba tan agotada y era tan tarde que enseguida me quedé dormida y no me desperté hasta la mañana siguiente.
— ¡Dalia! —noté como alguien me zarandeaba— ¡Dalia, despierta ya!
— ¿Qué pasa Phoebe? —entreabrí los ojos con pereza, quería dormir un poco más— ¿Cómo puede ser que estés tan activa con la borrachera que traías ayer?
Finalmente me incorporé y me senté al borde de la cama, sentándose la pelirroja a mi lado. Me froté los ojos y la miré, estaba sorprendentemente fresca como una rosa.
— Iría borracha, pero me acuerdo perfectamente de que os encontramos a ti y a Joseph juntos en su caravana —me volvió a zarandear— ¿Ya has hablado con él? ¿Al fin le has dicho que estás enamorada de él?
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Dos veces amada | Parte I
FanfictionDalia es una chica tímida a la que siempre le ha apasionado el cine y la fotografía, por lo cual, sin dudarlo, decidió estudiar la carrera de cinematografía. Gracias a su esfuerzo consigue un primer trabajo como ayudante en una serie de la BBC en I...