Dalia es una chica tímida a la que siempre le ha apasionado el cine y la fotografía, por lo cual, sin dudarlo, decidió estudiar la carrera de cinematografía.
Gracias a su esfuerzo consigue un primer trabajo como ayudante en una serie de la BBC en I...
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La productora ese día mandó coches a buscarnos a todos los que no teníamos coche propio ya que, al ser un día tan señalado, seguramente sería complicado pedir un taxi. Ya se hicieron cerca de las 7:30PM cuando nos pusimos camino al set, así que llegaríamos sobre las 8:00PM.
Al bajar del coche, las tres nos quedamos boquiabiertas. Habían puesto una carpa enorme en medio del descampado que había justo al lado del set, supongo que para protegernos del frío que hacía por la noche. Cuando nos metimos dentro de la carpa, estaba todo decorado con motivos navideños, una zona llena de comida tipo buffet con mesas y sillas alrededor y una pista de baile para la fiesta de después de las 12 de la noche.
— ¡Hola chicas! ¡Feliz Navidad! —John se acercó a nosotras sonriendo alegremente y nos dio dos besos a cada una. No hacía mucho que nos conocíamos, pero era tan extrovertido que parecía que había estado con nosotras toda la vida—. Allí al fondo está el guardarropa, por si queréis dejar los abrigos. Parece que no pero llega a hacer calor aquí dentro.
— ¡Vale! —dijo Tuppence— ¿Estás sólo?
— No, estoy en la zona de los aperitivos con Tom y Joseph —señaló una mesa un poco lejana llena de comida—. Id a dejar los abrigos y os esperamos allí.
— ¡Genial! Pues ahora nos vemos —contestó Phoebe con entusiasmo.
Las tres fuimos a dejar los abrigos en unas perchas que habían preparado a modo de guardarropa y nos dirigimos rápidamente hacia dónde estaban los tres chicos.
— ¡Feliz Navidad! —exclamamos las tres a Joseph y a Tom con entusiasmo. Los cinco amigos nos fundimos en un abrazo.
Cuando nos separamos se oyó como mi estómago empezó a rugir. No sé las demás, pero me moría de hambre.
— Vaya, parece que alguien no ha comido en todo el día —Joseph me miró levantando una ceja y todos los demás asintieron riéndose.
— Perdón... —me sonrojé—. La verdad es que hoy no he comido mucho y ver toda esta cantidad de comida... Me ha abierto más el apetito todavía —agarré a las dos chicas por el brazo y empecé a caminar—. Vamos a comer ya, por favor —casi supliqué.
Los tres chicos también siguieron nuestros pasos. Mientras cogíamos la comida, aprovechamos para desear una feliz navidad a toda la gente del equipo que nos íbamos encontrando. Cuando tuvimos los platos llenos de comida fuimos a buscar una mesa dónde sentarnos y cupiéramos los seis. No fue difícil ya que las mesas que habían montado eran bastante grandes, así que cuando localizamos una vacía, dejamos los platos en ella y nos sentamos.
Llevábamos ya casi dos horas comiendo, pero poco a poco para no empacharnos y charlando de como habían ido las navidades y qué tal las había pasado yo a pesar de estar sola. Obviamente preguntaron por la cena en casa de Joseph, pero ninguno de los dos le dimos importancia porque al final fue una cena de lo más normal.
— Por cierto chicas. Estáis espectaculares esta noche con esos vestidos —comentó John con una sonrisa.
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