Narra ___
— 28 de Diciembre, 1974 —
Hace 3 días que estamos viviendo con los Potter, 3 días en los que siento que el mundo me aplasta con la intención de que desaparezca. No he tenido la oportunidad de llorar como es debido, pero ni siquiera puedo, ahora tengo dos personas que dependen de mí y por mucho que quiera ya no puedo venirme abajo, el día de ayer casi me da un ataque de pánico, afortunadamente nadie se dio cuenta y nadie lo hará, lo único que me mantiene en pie por ahora es mi dulce niño de anteojos, me ha apoyado tanto y sé a mostrado tan atento conmigo y mis hermanos que me enamoro más de él.
Ahora estaba en cama, acababa de despertar, pero aun no quería abrir los ojos. Entre mis brazos estaba la figura que ya se había hecho tan conocida para mí, James Potter. Aún no era hora de despertar, sin embargo, no había estado durmiendo bien, y la verdad si no fuera por él no dormiría nada.
Como la señora Potter tenía solo dos habitaciones libres, así que dividimos las habitaciones personas en cada habitación. Remus, quien había convencidoa sus padres de poder quedarse, dormia con Regulus pues podría reconfortarlo con su presencia, Sirius se quedaba en la habitación más pequeña, y yo dormía en la habitación de James.
No quería abrir los ojos, realmente estaba agotada, solo me dediqué a disfrutar del aroma de James, licor de café, se había vuelto mi aroma preferido.
Decidí abrir por fin mis ojos solo para contemplar su belleza, el verlo así de tranquilo me relajaba por alguna razón.
Euphemia: Buenos días. — Hablaron detrás de la puerta en voz baja, con lo que supuse fue la intención de no despertarnos si aún nos encontrábamos en el mundo de los sueños.
Con cuidado me separé de James para ir a abrir, mis ojos se toparon con los de la señora Potter.
___: Buenos días.
Euphemia: Bueno días, linda, ¿te desperté? — Negué ligeramente. — Que bien. — Toco su pecho de una manera dulce. — Solo quería avisarles que saldremos, no nos tardaremos mucho.
___: No se preocupe, señora Potter, ¿Ya desayunaron? — Pregunté curiosa.
Euphemia: No cariño, lo haremos afuera es que tenemos un poco de prisa, pero les deje algo preparado, así que descansa un poco más, ¿de acuerdo?
___: Está bien, gracias. — Sonreí un poco apenada.
Algunas veces me sentía muy avergonzada con ellos. Desde que los conozco no me han visto más que como un remolino de sentimientos, un manojo de nervios, y un imán de problemas, desde mi perspectiva solo era una piedra en los zapatos de su hijo de la cual no pueden deshacerse porque son muy gentiles.
Me quedé en la puerta hasta que escuche como la puerta principal era cerrada, por más que quisiera ya no podría dormir, por lo que bajé a la sala. Hacía un poco de frío, así que decidí prepárame un té.
Remus: Buenos días. — Dijo Remus bajando. A él no le habíamos contado nada, pero creo que supone que paso algo malo. — ¿Cómo estás?
___: Bien, gracias. — Conteste tranquila, por alguna razón jamás me ha salido mentir, siempre evadía la pregunta o solo me alteraba, pero ahora era todo lo contrario.
Remus: ¿Y como te sientes? — Me di la vuelta para mirarlo, había dado en el clavo con esa pregunta, pregunta con la que siempre logro ponerme sensible.
___: Estoy bien, estoy viva, así que. — Encogí mis hombros tratando de restarle importancua al asunto, aunque la verdad me picaban un poco los ojos.
Remus: Sé que no lo estás. — Me miro como si tratara de descifrar una tarea de runas.
___: ¿A si? Con todo respeto Remus, ¿cómo lo sabrías?
Remus: Por la misma razón por la que sé que Regulus no lo está, sus pesadillas parecen coordinadas y muy fuertes. — La mire sorprendida, era un desastre estando dormida, pero jamás había llegado a los extremos de tener pesadillas tan reales y mucho menos Regulus.
__: Bien, entonces te voy a ser sincera. Soy un completo desastre. — Las lágrimas querían salir, pero no deje que sucediera, me sentía muy impotente por alguna razón. — En estos momentos siento que voy a caer de lo más alto de un puente y no quiero arrastrar a nadie conmigo. — Solté un fuerte suspiro, realmente necesitaba sacar eso de mi pecho. — Siento que cualquier día me voy a cansar de todo y voy a terminar bajo tierra, ahora mis hermanos dependen de mí, dependen de que yo sea fuerte.
Remus: No. Si dependen de ti, pero ahora tú debes apoyarte en ellos, ese es uno de los pasos para poder apoyarlos. — Se acercó a mí a darme un abrazo. — Eres una mujer maravillosa ___, no sé qué pasa exactamente, pero sé que lo superarás, que los tres lo haran, tal vez no pueda apoyarte tanto como me gustaría, pero se ve que necesitas un abrazo y yo tengo muchos. Somos unos niños aún y no deberías estar pasando por esto, sean cuantos sean los años que tengas nadie merece no poder disfrutar de su niñez, de su vida.
A ese punto estaba llorando, no como hace dos días, pero estaba llorando, tal vez no era mucho, tal vez esas palabras pudieran olvidarse en cuestión de días u horas, pero ahora me quitaban un peso de encima y otorgaban paz. Él tenía razón, no estoy sola, todo lo contrario ahora tengo una familia como siempre lo había soñado, y seré fuerte, por mí y por ellos.
___: Gracias. — Me alejé un poco para verlo a la cara. — En serio espero que te quedes con mi hermano. — El sonrojo domino sus mejillas, se veía tan tierno. Solté una risa ante su reacción, la verdad si entendía el porqué a Regulus se le había despertado tal interés por este castaño pelirrojo, era una excelente persona con un gran corazón.
James: ¿Escuche la risa más bella que pueda existir? — Se escuchó una voz un poco ronca.
Sirius: Pero si yo no me reí. — Se escuchó como lo sofocaban, ya sabia quien era obviamente.
James corrió a la cocina con Sirius detrás, a los dos les dediqué una sonrisa la cual me correspondieron, pero a James se le borró cuando nos vio a mí y a Remus en una poción "comprometedora".
James: Traición. — Dijo él con una mano en su pecho, no queríamos ocultarnos aquí, por lo que ya le dijimos a los muchachos, parece que todos ya lo sabían, hasta los que no habían venido al viaje, prometieron guardar el secreto para que no se esparciera el rumor por todo Hogwarts. — Creí que eras mi amigo Remus.
Remus: No exageres James, solo le di un abrazo.
James: Se los puedo dar yo. — Dijo "celoso".
Remus: Sí, pero mis abrazos son más cálidos.
Sirius: Uh. — Soltó Sirius, la escena me provocó una risa enorme, como no la tenía hace días, los demás me siguieron riéndose de la ridícula situación.
Remus entre sisas subió para lo que creía era despertar a Regulus, James se acercó a mí.
James: ¿Todo está bien? — Me abrazo.
___: No, pero lo estará.
Ahora me vino algo a la mente, Hogwarts.
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He estado bien perdida, ay perdonen, pero a veces ya no sé ni que escribir. O sea, si tengo ideas, pero ya más avanzada la historia, entonces para no hacerla tampoco tan larga vamos a ir más rápido desde ahora.
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VARIANTE: Un pasado jamás contado. -James Potter y Tu-
FanfictionLa quinta merodadora pero la mayor de todos, la más "problemática" pero que cuida de todos, se descubrirá que hubo ciertos cambios en un pasado en el que antes no estaba presente, que pasa si no fue una Evans la que enamoró a Potter si no una Black...