VARIANTE: Un pasado jamás contado. -James Potter y Tu-

Capítulo 51: "No me sueltes... Te lo ruego"

Narra ___

— 17 de Junio, 1980 —

Habían ocurrido demasiadas cosas en tan poco tiempo, demasiadas como para no tener un impacto en todos nosotros. Hubo momentos en los que me cuestione las decisiones que he tomado a lo largo de mi vida, pero de no haberlo hecho, no estaría aquí, al lado de personas tan importantes para mí, acompañando al amor de mi vida durante un momento tan doloroso.

Marlene: Ya arreglamos todo, puedes llevar a James.

___: Gracias. — Me sentía cansada, tanto que el solo moverme me costaba demasiado, pero debía ser fuerte, fuerte por el pequeño niño que se encontraba asustado en mi habitación por haber perdido a sus padres.

Subí las escaleras en dirección a la habitación que compartía con James, con cada paso que daba sentía la ansiedad recorrer mi cuerpo. Frente a mi puerta se encontraba Sirius y Remus, ambos se veían igual de cansados que yo, pero era seguro que no se veían peor que la persona dentro de la habitación.

Sirius: Sigue llorando. — Sus ojeras se veían marcadas y su piel se veía aún más pálida resaltada por aquel color negro que poseían sus vestiduras, las de todos en realidad.

Remus: Razones suficientes tienen. — Suspiro. — Hace unas horas iba a visitar a sus padres.

Sirius: Ni siquiera entiendo qué sucedió. — Revolvió sus cabellos, desesperado.

___: Fueron por ellos. — Dije recordando vívidamente aquella imagen, una que evite que James viera, pero aun así, el aspecto de lo que alguna vez fue su refugio, estaba totalmente destrozado.

Remus: ¿Querían reclutarlos?

Sirius: Eran bastante mayores, dudo que los quisieran para eso.

___: Probablemente buscaban información. — Mi voz se entrecortó. — Vayan abajo. Harry no los conocía, pero vio sus cuerpos conmigo, debe estar bastante afectado.

Sirius: ¿Segura que estarás bien? Hace unos momentos se escuchaba mucho ruido, probablemente se puso violento.

___: Sirius, es James, no un animal salvaje. — Ambos asintieron dejándome sola frente aquella puerta, que en estos momentos se sentía bastante impotente0. — James. — Quise entrar, pero la puerta estaba atascada. — Alohomora. — La puerta sonó con un suave clic.

Abrí la puerta suavemente, encontrándome con el desastre que era nuestra habitación, las almohadas y cojines se encontraban esparcidos por toda la habitación, el espejo de nuestro tocador, incluso uno de mis perfumes estaban rotos con pedazos de vidrio esparcidos por el suelo. Mi vista llegó a una esquina de nuestra habitación que era sutilmente oculta por el sillón, en esa esquina estaba James, su ropa estaba muy desordenada, su cabello caía sobre su rostro de forma descuidada, sus lentes no estaban y su cara estaba completamente empapada en lágrimas.

Apenas escucho mis pasos, levanto su rostro, viéndome con tanto dolor para comenzar a llorar una vez más, aun sin decir nada, me lo decía todo con aquella mirada devastadora.

___: Lo sé, amor, lo sé. — Mi voz por fin se rompió y mis lágrimas comenzaron a salir. Abrí mis brazos indicando que estaban abiertos para dar un abrazo.

Sin esperar mucho, hizo el sillón de lado para correr a mis brazos, de no ser porque me sujete del marco de nuestra cama, habría caído, bruscamente.

James: Ellos. — Sus palabras eran torpes y eran cortadas por aquella sollozante voz. — Me dejaron.

___: No, James, ellos no lo hicieron. — Acariciaba su espalda. — Ellos te protegieron, nos protegieron. — Supuse la información que debieron querer sacarles.