CAPÍTULO 36: "Despertó"

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Narra ___ 

25 de Diciembre, 1974

Me dolía la cabeza, sentía un fuerte dolor en mi pecho y tenía cierto peso sobre mi cuerpo. Abrí los ojos levemente mientras mi vista tardaba en acostumbrarse a la luz. 

Al examinar donde estaba, deduje que era la habitación de James, no recordaba mucho de como había llegado aquí. 

Euphemia: Oh cariño, ya despertaste. — Tenía una charola de comida en mano.

Dirigí mi vista a mis costados y pude ver quien era la persona que estaba casi encima de mí, era Regulus. Las imágenes de ayer comenzaron a pasar por mi cabeza provocando que inconsistentemente soltará unas cuantas lágrimas, el hecho de pensar que los había perdido para siempre me carcomía desde adentro. Ellos eran mi todo, jamás deje que todos los recuerdos dolorosos me afectarán por ellos, porque ellos eran mi felicidad. 

Euphemia: Estuvo despierto toda la noche, se culpaba por el estado en el que llegaste. — Se acercó a la cama dejando la charola en la mesa de noche para después tomar asiento en el costado de la cama.

___: Lamento arruinar su noche, debian de estar celebrando en vez de lidiar con nosotros.

Euphemia: No lo es. Debió ser algo demasiado fuerte para ti, ¿quieres contarme? 

Mi cabeza dudaba de si decirle o no, por un momento pensé en que guardármelo sería lo mejor, pero si me lo guardaba estaba segura de que esto si me llevaría como hoja en río, perdiéndome en el fondo después de un tiempo. Me enderecé teniendo cuidado de no despertar a mi hermano. 

___: Ayer, recibí una carta de Dumbledore, en esta me informo que mi tío había muerto. — Aguantaba las ganas de llorar. — Secía que mi presencia era urgente, así que ni siquiera puede asimilar la noticia. El era la única persona que realmente nos quería. — Mire a Regulus dormir tranquilo.

Euphemia: Oh, pequeña. — Tomo mi mano. — Cuanto lo siento, ¿para qué pidió Dumbledore tu presencia? 

___: Mi tío era la persona más cercana a mí y a Regulus en esa familia, nos quería como si fuésemos sus hijos y nosotros lo veíamos como un padre, parece que él ya esperaba su muerte, dejó todo preparado para que yo reclamase todo. — A este punto mis lágrimas salieron sin permiso. Tape mi cara con mis manos. — ¿Como se supone que le diga a mi hermano que el hombre que nos vio crecer, y que prácticamente nos crio está muerto? — Mire la cabellera risada de mi hermano

Euphemia: Jamás habrá una forma correcta de informar la muerte, dolerá, pero eso solo mostrará lo real que fue. Lo importante es que jamás olviden lo importante que fue en sus vidas. No tienen que enfrentarlo solos, se tienen el uno al otro. — Miro nuestras cosas, las cuales estaban en una esquina. — Supongo que tu madre no lo tomo bien. 

___: Ella jamás toma nada bien, me alegro de que hayan escapado, cuando llegué a la casa y entre a sus habitaciones estaban completamente quemadas, fue capaz de intentar matar a su propia sangre solo por ambición. — La furia recorrió mi cuerpo, sentía las manos calientes y sentí un pequeño tic en el ojo, sin embargo, el tacto de la señora Potter me calmo.

Euphemia: Pueden quedarse aquí todo lo que sea necesario, jamás les faltara nada a ti y a tus hermanos. 

___: Muchas gracias señora Potter, gracias por ser tan gentil con nosotros. 

Euphemia: No es nada mi niña, además ahora son parte de mi familia. — Mostró esa sonrisa dulce que la caracterizaba. — Mi hijo me contó unas cosillas sobre ustedes dos. — Comentó con la intención de cambiar de tema.

___: Sobre eso, señora Potter, sé que soy mayor que él, pero le aseguro que respeto a su hijo, así como él me respeta a mí. — Su mirada mostraba diversión. 

Euphemia: Pequeña, tranquila, yo acepto su relación si son felices, además tarde o temprano iban a estar juntos. — Me guiñó un ojo mientras sonreía. — Y la edad jamás será un impedimento para el amor, muchos no lo creen, pero Fleamont es 5 años mayor que yo, lo conocí porque era mejor amigo de mi hermano, después de conocerlo conquistó mi corazón. Él no lo sabe, pero tuve muchas peleas con muchas pelirrojas que le coquetearon, en especial una, ella llegó a distanciarnos más de una vez, pero nuestro amor se sobrepuso a los celos. 

Reí por su corta historia, su generación se parecía más a la mía de lo que pensaba. 

___: ¿Podría contarme más historias de cuando estaba en el colegio? 

Euphemia: Claro, pero por ahora necesitas comer, de seguro no comes desde ayer.

___: Gracias.

James: ¡Mamá! ¿___ ya? 

Euphemia: Shhh. — Lo calló. — Ya despertó. — Dijo suavemente.

James: Ay gracias a Merlín, bonita. — Se acercó a abrazarme, su aroma inundó mis fosas nasales y una tremenda calma llegó a mí, era relajante. — Estaba muy preocupado. No sabía qué hacer cuando te desmallaste. — Se iba a separar de mí, pero no lo deje.

___: Solo un poco más. — Frotaba dulcemente mi espalda.

James: Todo lo que quieras. — Reforzó más el agarre.

Narrador omnisciente 

La señora Potter los miraba con ojos de ternura, vaya que el amor joven era el mejor de todos, tan brillante y tan puro, en un camino continuo para madurar a un amor fuerte y persistente como un árbol en tormenta. 

Los jóvenes se separaron con un sonrojo en sus caras, mostrando una dulce sonrisa para el otro. 

James: Me asusté cuando llegaron aquí sin ti, Sirius no sabía lo que pasaba y Regulus no tenía una respuesta muy precisa. 

___: Salí de emergencia, no me dio tiempo de avisarles, pero me alegro de tener a un hermano tan inteligente. 

James: Estuvo llorando toda la noche. —  Lo miro. — Realmente se preocupo por ti, asi que me alegra que ya estén bien. 

La morocha lo miro. ¿De verdad estaban bien? Sí, lo estaban. Aunque quisiera jamás duraría enojada con Regulus, porque en eso se basaba su relación en jalar y soltar. 

___: Yo también. — Acarició la cabellera alborotada de su hermano, el cual despertó.

La abrazo fuertemente en cuanto la vio despierta, como si quisiese hacerla polvo. La señora Potter le indicó a su hijo que los hermanos necesitaban hablar saliendo así de la habitación. No tardó mucho para que se escucharan llantos. Ahora los hermanos Black estaban solos, solos contra un mundo que estaba dejando de ser el mismo. 

Las sombras dejaban de serlo, los honestos comenzaban a caer tan silenciosamente que no se darían cuenta tan pronto. Los depredadores más letales son aquellos que casan con sigilo, sin que nadie se dé cuenta. 

X: Mi señor, Howard cayó. 

Voldemort: Muy bien, ¿Y mi guardapelo? — Su voz parecía susurrante, un susurro que le causaba escalofríos a cualquiera que lo escuchara.

X: Me temo que ya no lo tenía en su poder.

Voldemort: ¡¿Y quién lo tiene?! — Su voz cambio de tono tan repentinamente.

X: No lo sabemos mi señor. — Tenía su cabeza gacha

Voldemort: Quiero que encuentren a quien sea que lo tenga, ¿me escucharon? 

X: Si mi señor. — Se retiró de la sala.

VARIANTE: Un pasado jamás contado. -James Potter y Tu- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora