UN AMOR EXTRANJERO | NOZEL SILVA

YUMEKO ES PRESENTADA ANTE EL CONSEJO

—No, espera— digo deteniéndolo — si tan solo hubiera aquí alguien que le diera una bebida energizante — digo en voz baja

—¿Huh, bebida energizante?

—Si, en mi país se acostumbra a darle ese tipo de bebidas a las personas que han sido gravemente heridas— digo pensativa

Nozel me mira de reojo

—Yo podría preparar una, pero no es tan eficaz—digo para mí misma

—Yumeko.

—Aún no he mejorado mi técnica, pero puede servir...

—Yumeko— me alza la voz y me toma por los hombros, lo miro sorprendida pues me ha sacado de mis pensamientos—no tienes por qué preocuparte por ellos.

—Pero...

—Hay magos médicos, ellos se encargarán de mis hermanos.

—Está bien, pero me siento apenada— miro hacia la dirección en la que se fueron Nebra y Solid— incluso quisiera pedirles una disculpa.

—Nada de eso.

Suspiro y asiento después de un tiempo.

Caminamos hacia el interior de la mansión.

—¿Y qué es eso de la bebida? — me pregunta—siempre me dices algo nuevo de tu país.

Me quedo callada.

—Me intriga saber más de él, ojalá algún día podamos ir.

—¡¿Huh?!

—¿Qué pasa? — me mira

—A, a mí, ¿a mi país?

—Sí.

—¿Seguro?

—¿Por qué no debería de estarlo?

—No lo sé, casi no sales de tu zona de confort.

—Bueno, eso ha ido cambiando.

—Nozel Sama— nos interrumpe un mayordomo

—¿Si?

—El señor Silva lo cita en la habitación de la señorita Nebra, donde también se encuentra el joven amo, Solid.

—Pueden esperar.

—Si me disculpa, el señor Silva me encargo que no demorara mucho en ir.

Nozel suspira y cierra sus ojos.

—Está bien— responde— espérame en mi habitación — me dice — condúcela hacia ella, por favor— le indica al mayordomo

—Sí, señor.

***

UNA SEMANA DESPUÉS ...

Hoy habíamos venido al castillo, me habían convocado a una reunión, la dichosa junta del consejo donde sería presentada oficialmente como la novia, y futura esposa de Nozel.

Yami y yo habíamos platicado sobre esto, ya que seré presentada como futura esposa, pero no han pedido mi mano. Así que no sabemos cómo va hacer.

—¿Qué se creen para citarnos sin más? — pregunta encendiendo un cigarro.

—La realeza— digo en tono de pregunta

—A ese idiota se le ha olvidado quién es tu familia.

—No creo que pasen desapercibido eso— lo miro — ¿sabes? Mi hermano mayor es un capitán de orden, y una orden bastante escandalosa y especial.