EL SECRETO DE LOS YAMI

920 98 46
                                    


Hoy había venido al castillo a la degustación de los platillos que se darían en la boda. Debo decir que fue bastante difícil decidirnos, pero al final logramos decretar qué es lo que queríamos que sirvieran en cada tiempo.

Después de eso Nozel y yo nos despedimos del personal y nos dirigimos hacia la casa del lago, ya que, estábamos viendo la cuestión de la vivienda. Que, si es verdad, siempre tendremos una habitación en el castillo real, nosotros como matrimonio debemos tener una casa.

Sin embargo, Nozel poseía varias propiedades, entonces, él me había propuesto es que escogiéramos en cuál vivir o si era necesario adquirir otra vivienda, a lo que yo me negué, pues ya había estado en todas sus propiedades y en la que mejor me siento cómoda es en la casa del lago.

—¿Tienes misiones hoy? — me pregunta

—No, se las asignaron a los chicos— le mire — ¿tú no tienes deberes en tu orden?

—Sí, pero deje a cargo al vice capitán, ya cuando llego a la base me pongo al corriente de lo que hace falta.

—Yo no veo que pase eso en mi orden — le digo divertida y él sonríe

Llegamos a la casa del lago, y estaba tal cual la habíamos dejado la última vez que venimos.

—¿Estás segura que quieres vivir aquí? — me pregunta viendo a su alrededor

—Sí, muy segura — me acerco a él — creo que hemos vivido momentos muy lindos aquí.

—Si — sonríe — pero, — mira a la ventana —¿no crees que en un futuro el lago sea un peligro para nuestros hij...

Se queda en silencio, procesando lo que estaba diciendo.

Yo me tapo la boca tratando de no reír al ver su rostro completamente anonadado y sonrojado, era una mezcla perfecta de vergüenza ante lo que se había permitido decir libremente sin más.

Carraspea.

—No creo que presente problema alguno, siempre y cuando cuidemos de ellos —le digo para alivianar ese momento de tensión que provocó en sí mismo.

—Bien, aunque me gustaría vivir en sus primeros años en una casa más cercana a la capital, por cualquier cosa.

—Bien, si — digo pensativa —me parece perfecto. Los niños tienden a ser muy enfermizos cuando son pequeños.

Veo su rostro de vergüenza y esta vez no puedo evitar reírme.

Me giro para seguir el recorrido de la casa y ver si hace falta renovar algo.

Doy dos pasos y siento su agarre en mi cintura, evitando que siga caminando, me voltea y me mira de manera intensa provocando un revoloteo en mi interior.

—¿Nozel? — le pregunto y solo sonríe para después besarme.

***

—Tengo hambre — le digo

—Yo también, pero no hay nada que podamos utilizar para cocinar— dice viendo las repisas de la cocina

—¡Ya sé! — exclamo y Nozel me voltea a ver — vamos a pescar —le digo emocionada

El me mira confundido.

—Yo no sé pescar —dice frunciendo el ceño

—Pero yo si — lo tomo de la mano— así que vamos.

Nos adentramos al lago en un pequeño bote que había ahí.

—¿Y con qué vas a pescar? — me pregunta

UN AMOR EXTRANJERO | NOZEL SILVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora