UN AMOR EXTRANJERO | NOZEL SILVA

LEALTAD AL REINO

—¿Ya dirigiste la comida, enano?— preguntó Magna

—¡Si, señor!— contestó Asta

—¡Celebremos tu recuperación con el concurso tradicional de comer todo lo posible!— exclamó con emoción Magma— ¡Esta vez son platos de nomobatata!

—No sabía que tenían una tradición como esa— susurré

—¿Es una tradición nuestra?— preguntó Vanessa a mi lado

—¿He?— pregunté

—El delincuente virgen inventa tradiciones— me guiñó un ojo

Todos pasamos a sentarnos en la mesa larga del comedor.

—Yo no participo— dijo Finral— si como todo esto, enfermaré.

—Yo tampoco. Soy de le realeza, ¿saben?— preguntó Noelle

—¿Se puede desertar?— pregunté sin interés— si es así, yo tampoco participo.

—¡No acepto un no por respuesta!— gritó Magna— ¡participaran todos, por favor, encárguese de juzgarnos, Yami San!

—Basta de quejas— dijo Yami— ¡Listos.... ya!

Todos comenzamos a comer. Observe bien las nomobatatas, agarré un pedazo y lo introduje en mi boca, de inmediato percibí la sensación de sequedad.

Nunca me gustaron.

—No puedo, agua, agua— dije por debajo

—¡Yumeko, más te vale que comas más!— me dijo Yami

—¿Agh?

—¡No me dejes en vergüenza!— cerro sus ojos

—¿Vergüenza? — dije frunciendo el seño— te reto a que comas nomobatatas y después me dirás.

—No puedo hacer eso, soy el juez estúpida— me dijo y siguió juzgando a los demás

Seguí comiendo pero a la tercera ya no pude más, al final solo quedaron Charmy y Asta, pero quien ganó fue Charmy.

—Destrozó mi identidad— dijo Asta

Charmy come como nadie, era de esperarse.

Una lechuza llegó a través de un portal, la cual traía una carta de la capital.

—¿Tenemos que ir a la capital?— preguntó Asta

—Cállate y descansa— dijo Yami— oh bueno, eso me gustaría decirte pero el Rey Mago quiere hablar contigo. Mañana hay una reunión de capitanes, y dice que te lleve.

—Oh, ¿Qué querrá?

—Ni idea. Lo descubriremos cuando vayamos— dijo levantando a Asta— ¡ah! y también quiere que vaya Yumeko.

—¿Ah?— preguntamos en unísono

—¿Por qué el Rey Mago querrá verme?— pregunté

Yami soltó el humo de su cigarro pensativo.

***

—Los estábamos esperando, Yami Sukehiro, capitán de los Toros Negro, Asta y Yumeko.

—¿Quién eres tu?— preguntó Asta

—Cierto, es la primera vez que hablamos. Soy...

—Es el champiñón— interrumpió Yami

—Así es, soy el champi... ¡no sea grosero, por favor! Soy Marx, sirvo al Rey Mago.

—¿Dónde será la reunión, champiñón?— preguntó Yami