LAS BODAS REALES

1.2K 115 77
                                    

Al día siguiente...

🔞🔞

Despierto gracias a que percibo cómo las manos de Nozel recorren mi cuerpo y deposita pequeños besos en mi cuello y mejilla.

Abro mis ojos.

—Buenos días — sonrío

—¿Cómo amaneciste? — me pregunta acomodando un mechón de mi cabello

—Excelente— sonrío

—Muy bien, me alegra escuchar eso.

—¿Y tú?— pregunto

—Magnífico— sonríe

—Que bueno— sonrío de igual forma

— Bien, ahora que sé que estás estupendamente, que sepas que ya es tarde y debemos desayunar con la familia.

— Pff— digo ya que me da flojera pararme — no quiero levantarme.

—Deja te ayudo— dice saliendo de la cama completamente desnudo y no puedo evitar mirarlo — ven — dice quitando la sábana y tomándome en brazos

—¿Te haz vuelto loco? — pregunto riéndome — Regrésenme al Nozel tímido y reservado.

Al llegar al baño puedo ver que la tina de duchar ya estaba lista, así que deduje que me despertó una vez que ya tenía todo listo.

Nos metimos a bañar y uno baño al otro.

Intercámbianos besos y caricias.

Nozel llevo su mano derecha a mi cintura y me atrajo a su cuerpo, provocando que el agua de la tina saliera un poco.

Depósito péquelos besos sobre mi cuello y después bajo hacia mis pechos, los tomo con sus manos apretándolos y después besándolos por completo, y mi cuerpo se arquea como respuesta.

Después de unos minutos sube nuevamente a mi cuello hasta llegar a mis labios.

Y nos seguimos besando mientras Nozel me ayudaba a posicionarme arriba de él, poco a poco empecé a mover mis caderas y el a tocar mis senos a lo que mi cuerpo reaccionaba al instante provocando que jadeos y gemidos salieran de mi boca.

Nuestras miradas se encontraban mientras yo me movía con más velocidad y profundidad.

—Yumeko — dijo Nozel entre jadeos

Me detuvo y ahora era el quien estaba arriba entre mis piernas.

El movimiento de sus caderas eran tan fuerte que aunque hubiera querido no gemir fuerte, no podía evitarlo.

El agua de la tina seguía saliendo ante tal brusquedad.

—Nozel — gemí al sentir el orgasmo cerca

Rasguñe ligeramente su espalda y el supo lo que significaba, así que me tomó con más fuerza hasta asegurarse que yo terminara.

Segundos después el llegó al orgasmo sosteniendo fuerte mi cuerpo, casi abrazándome.

Una vez terminamos, nos quedamos un rato más en la tina, hasta que decidimos salir y cambiarnos.

***

Margarita tocó la puerta y vino avisarnos que ya nos esperaban en el comedor para el desayuno. Así que no apresuramos a salir.

Llegamos y efectivamente, ya estaban todos.

Nos sentamos y de inmediato nos sirvieron, todo lucía impecable.

UN AMOR EXTRANJERO | NOZEL SILVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora