En el reino del Sol Naciente existen familias pescaderas, y había una que era la más destacada entre ellas, un día el jefe de la familia pierde a su hijo mayor, desesperados lo buscan pero les es imposible encontrarlo. Trece años después, el jefe en...
⚠️ ¡Hola! Creo que este capitulo si se publicó bien, el anterior simplemente se subió y no les notificaron, creo que solo se enteraron que subí capítulo las que me siguen, que al ver que no se publicó bien, lo que hice fue mandarles un aviso en el apartado de Conversaciones, y le puse que les apareciera a mis seguidores, así que si no haz leído el capitulo anterior, que sepas que hay uno antes de este.⚠️ ~~~~~~~~~~~~~ * ~~~~~~~~~~~~~
Regresé a la aldea, me llevé la sorpresa que varios caballeros mágicos de las águilas plateadas recorrían las calles de la aldea.
—¡Yumeko Sama! — gritaban
Caminé sigilosamente, sin levantar la vista, hasta llegar a la entrada.
—¡No pudo haberse ido! — le exclama irritado Nozel a uno de sus reclutas
Me mantuve parada, abrasándome, mientras lo observo, hasta que se percató.
—Yumeko — pronuncia en voz baja y corre hacia mi
Me muerdo el labio inferior tratando de contener mi llanto, cosa en la cual fracaso al sentir su cálido abrazo.
—Tranquila — me dice en el oído y acaricia lentamente mi espalda
Mis sollozos fueron cesando poco a poco.
—¿Dónde estabas? — me pregunta una vez que estoy tranquila— estuve buscándote por todas partes.
—Perdón, yo... — levanto mi vista — no creerás lo que me paso.
—¿Por qué no lo creería?
—Es que, es que ni siquiera yo estoy segura de lo que pasó.
—¿De qué hablas?
—L-la choza — digo y señalo a la colina —¿Qué? — musito
—¿Qué pasa?
—Esa, esa choza— la señalo — ahí viven dos ancianas, ellas me ayudaron, me dijeron que, ah, pero, cuando salí de ahí, la choza había desaparecido, ahora... ahí está— digo sorprendida, hablando rápido — pero, ¿cómo? Estoy segura de lo que vi, es decir, ya no estaba y ahora si.
Nozel se me queda viendo.
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Silencio.
—Te dije que no me ibas a creer.
—No es eso —sonríe y mira hacia la choza — solo que no conjugas bien una idea, realmente te ha sorprendido ver la choza a lo alto de esa colina.
