UN AMOR EXTRANJERO | NOZEL SILVA

QUÉDATE A DORMIR

- Un mes después-

Quedan tres meses para la llegada de la tríada oscura.

⚠️Este capítulo es un poco 🔞 al final ⚠️

Hoy habíamos venido a entrenar a un lago que estaba presentando fuertes ondas de Maná.

El entrenamiento consistía en viajar al fondo del lago con una roca de quince kilos, esto para entrenar piernas, glúteos, brazos y pulmones.

Había recorrido al final setenta kilómetros. Estaba exhausta.

—Lo bueno de entrenar aquí es que no sientes tanto el sudor porque el agua te lo quita— dice Mereo sonriente

—Si, solo podía sentir el vapor salir de mi cuerpo. Ni siquiera el agua del lago que está fría detuvo que mi cuerpo quemara calorías— digo divertida

— En el campo de batalla nada debe de detenerte.

Un soplido fuerte y rápido nos interrumpió.

—¿Huh? Veo que vinieron por ti.

—Así es — sonrío— nos vemos, Mereoleona San

—Hasta mañana.

Salgo casi trotando hacia dónde está Nozel. Me ayuda a subir al águila de mercurio y dejamos el lugar.

—He, Yumeko.

—¿Qué pasa?

— Sé que te dije que hoy pasaríamos la tarde solos.

— Así es— me vuelvo a él

— He, yo , tengo trabajo que hacer, pensé que ya había terminado de hacer mis papeleos — cierra sus ojos — como compensación, acepta venir conmigo a mi base, sé qué tal vez te resulte aburrido y...

— Acepto.

— ¿Enserio?

— Si estoy contigo no tengo por qué aburrirme.

Sonríe, me toma por la cintura y deposita un suave beso en mis labios.

***

Al llegar a la base, me doy cuenta que esta es demasiado grande, es una fortaleza, toda ella es color plateada con banderas de las águilas plateadas.

La puerta principal era bastante grande, a cada lado estaba un caballero mágico, en cuanto nos vieron nos abrieron, no sin antes hacer una pequeña reverencia.

El interior era espectacular, tenía buen mantenimiento, el patio principal era muy bonito, combinaba con lo gris que eran las paredes.

Seguimos caminando y pude alcanzar a escuchar murmullos de los subordinados de Nozel, algunos solo nos quedaban viendo sorprendidos y otros simplemente nos ignoraban. Supongo que todo esto es por mi presencia pero estoy tan acostumbrada a esto que ya ni les tomo importancia.

Llegamos a lo que sería su oficina, era todo muy pulcro y ordenado.

Me invitó a sentarme, acepté y el se sentó del otro lado del escritorio.

— Disculpa que no pudimos ir a la casa del lago— me dice decepcionado — no esperaba que pasara esto, el vice capitán me avisó de último momento que no le había dejado en la mesita el papeleo que llevará mañana.

—¿Y es mucho?

— Un poco, pero solo es de poner unas cuantas cosas.

—Está bien— sonrío— ve el lado bueno, sirvió para que pudiera venir a conocer la base de las Águilas plateadas.