—¿Estás buscando trabajo? —Le preguntó al ordenar un poco la mesa ratona frente al sofá con la intención de sentarse un momento a mirar el televisor, notando las solicitudes de empleo apiladas unas sobre otras con broches de colores colocados cuidadosamente en las esquinas superiores de las hojas, y aún dándole la espalda al menor se permitió sonreír por ese detalle recordando vagamente los apuntes y documentos bien presentados y ordenados que solía ver cuando estudiaban juntos, todo lo contrario a él, que usaba una sola libreta para todas las materias y siempre molestaba a Jimin para que le prestara un bolígrafo que probablemente ninguno de los dos volvería a ver otra vez.
El recuerdo le hizo gracia y no pudo reprimir la risa silenciosa que vibró en su garganta junto al toque cuidadoso de sus dedos sobre el papel. En cambio, Jimin en respuesta junto a un sonido afirmativo pero para nada entusiasmado pintó una mueca en sus labios que no pudo esconder ni disimular de Yoongi cuando volteó apresuradamente a verle después de notar cierto descontento en su voz. —Lo siento, no planeaba sonar entrometido. —Le dijo.
—Ah, está bien hyung. No fue eso. —Se remojó los labios con su lengua para continuar con su tarea de recoger los platos sucios de la mesa y llevarlos hasta el fregador en la cocina para comenzar a limpiar lo que había quedado del desayuno. —En realidad no he tenido suerte. —Habló fuerte para que el pelinegro pudiera escucharle. —He enviado varios portafolios pero nadie ha llamado todavía.
—Creí que te gustaba la academia.
—Es cómoda pero... la mitad de las cuentas las he estado pagando con los ahorros que tenía. Si continúo así llegará el momento en el que no podré sustentarlo.
—Ya veo.
El silencio se extendió algunos minutos. De no ser por el constante y delicado choque de la vasija contra el agua proveniente de la cocina podría haberse sentido abandonado en el departamento. Miró una vez más la pila de documentos debatiéndose internamente si decirlo o no pero cediendo casi al instante de cualquier forma.
—¿Te molesta si me llevo uno para dejarlo en la empresa?
—¿Eh? ¿Qué empresa? —La melena rubia y despeinada de Jimin hizo aparición nuevamente por el marco que conectaba la cocina con el comedor y la sala, su cuerpo siendo aún invisible tras la pared que separaba el lugar.
—Donde trabajo. Estaban buscando un coreógrafo, si aún está libre el puesto puedo dejar esto —levantó los papeles con su diestra —y hablar con recursos humanos. Les hace sentir seguros cuando son recomendaciones de los empleados.
—Pero yo no soy coreógrafo de idols. No sé si yo...
—Puedes hacerlo, Jiminnie. —Las palabras del mayor interrumpieron e hicieron eco en el lugar consiguiendo rápidamente que ambos pares de mejillas presentaran un bochorno renuente a esconderse. Había salido con tanta naturalidad y rutina que fue imposible no sentirse ligeramente avergonzados por ello.
—Tienes demasiada confianza en mi, hyung... —Le sonrió aunque poca valentía tuvo para mirarle a los ojos mientras el susurro salía de sus labios sinónimo de una respuesta afirmativa.
Pronto volvió a desaparecer tras la pared con sigilo y Yoongi lo tomó como una invitación a encender el televisor y sentarse a esperar por su regreso, no sin antes dejar cuidadosamente el álbum de fotografías que ansioso esperaba por regresar a su dueño sobre le mesita frente a él. Impaciente y algo temeroso quiso convencerse con todas sus fuerzas que sería una sorpresa grata para el menor pues aún con las sonrisas sueltas y las conservaciones fluidas el pelinegro podía notar la tristeza en el brillo de sus ojos.
Aún con el sonido y las imágenes deslizándose una tras otra al ritmo que él presionaba el botón de cambio en el control no pudo concentrarse en ello. No era su primera vez en el departamento del menor pero si la primera que le ponía atención al lugar. Jimin tenía unas cuantas plantas en macetas pequeñas adornando cualquier espacio disponible, en su mayoría cactus y suculentas. Algo lo suficientemente resistente a la sequía en caso de que Jimin olvidara regarlos de vez en cuando, concluyó. También encontró un par de fotografías de paisajes enmarcadas y colocadas estratégicamente en la gran pared del costado que llevaba a un pequeño balcón. En realidad era un lugar muy acogedor, pequeño en comparación al suyo pero diferente y extrañamente cómodo. No estaba seguro de si culpar del estado tranquilo en el que se encontraba al sol de la mañana que entraba con gran fuerza iluminando todo el lugar o si más bien se trataba de algo emocional que se activaba al olfatear la colonia sutil y el olor de la piel de Jimin en cada roce que daba con las paredes, los muebles y aire fresco que balanceaba las cortinas traslúcidas de las ventanas.
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Ex Novio 🌼 YM
Fanfiction-Yo creo que has cambiado mucho desde entonces. -La única diferencia notoria es que perdí algo de peso. -Yoongi se percató al instante que Jimin intentaba descaradamente dirigir la charla a otro punto donde no fuese dejado en evidencia, y pese a su...