Ex Novio 🌼 YM

Cariño

Yoongi despertó ese día mucho antes de que sonara la alarma. No es que tuviera realmente prisa por levantarse de la cama, no cuando el cuerpo de Jimin se mantenía pegado a su pecho y el olor de su cabello le daba los buenos días con cada respiración, sin embargo estaba consciente de que la noche había sido difícil para él, le había sentido removerse inquieto durante toda la madrugada, escuchándole suspirar frustrado cuando no lograba conciliar el sueño aún si lo intentó con mucho empeño, por ello, cuando el ritmo de su respiración por fin cambió a uno apacible hace no mucho Yoongi sintió la necesidad de alargar su descanso el mayor tiempo posible.

Con mucho cuidado se puso en pie, reemplazando su lugar en la cama al instante con una almohada que evitaría que Jimin sintiera su ausencia y aunque las ganas de besarle la mejilla expuesta le burbujearon en el estómago, tuvo que resignarse a dejarlo para después.

Yoongi tampoco durmió bien, en realidad se mantuvo despierto casi tanto como el menor lo estuvo también. Pero su cuerpo se encontraba en un frenesí de energía provocado por el estado de supervivencia que su cerebro accionó con las tres horas de sueño que logró reunir en el transcurso de la noche así que se apresuró a iniciar su rutina matutina con la intención de también darse el tiempo de preparar el desayuno para ambos antes de marcharse al trabajo.

El barrio donde Jimin vivía era muy silencioso, pese a que el sol ya se asomaba por las cortinas y coloreaba de una luz suave el lugar, no había ruido que pudiese perturbar la calma. Le costó mucho trabajo tomar prestadas una toalla y alguna playera al azar del armario de Jimin sin sentir que estaba haciendo demasiado ruido y con el mismo cuidado empleado se encaminó a la ducha, no sin antes encontrarse a Curry en el marco de la puerta, quien sólo le miró curioso para después adentrarse a la habitación, subiendo a la cama para poder acurrucarse a los pies de Jimin. "Relevado." Bromeó el pelinegro para sus adentros.

Era difícil explicar la situación. El ahora castaño se había mantenido inexpresivo mientras la llamada con su hermano duró. Respondía con monosílabos y sonidos de garganta a las posibles explicaciones de la muerte de su padre que Jihyun estaba muy aferrado a sacar de su sistema entre jadeos y llanto. No fue hasta cuarenta y tres minutos después que Jimin cortó la llamada después de murmurar un "lamento tu pérdida", entonces solo hubo silencio.

Intercambiaron miradas que buscaron qué decir. Jimin no quería ser consolado por ello, Yoongi lo supo por la forma en la que sus labios se torcieron en una mueca incómoda, aunque contradictoriamente estaba ese anhelo en sus ojos que suplicaron por compañía. No quería -absolutamente no quería- estar solo.

Entonces se acurrucaron contra el otro en la cama. Yoongi abrazó su cintura y Jimin acarició su espalda como si a quien le acabasen de dar una mala noticia hubiese sido al mayor. Se dieron un último beso en los labios y se desearon buenas noches en susurros casi mudos que se perdieron con el roce de sus cabezas en la almohada, entre las sábanas y sus cuerpos intentando adaptarse a dormir con compañía íntima otra vez.

Y a pesar de la aparente calma Yoongi no podía evitar sentirse preocupado.

Tomó su baño esperando que el ruido del agua no se filtrara lo suficiente por la puerta y alcanzase a Jimin. Fue tan rápido como sostener la regadera sobre su cabeza se lo permitió y una vez terminó, secó su cuerpo para después abrir la ventana de ventilación para dejar salir el vapor.

El castaño era una persona muy curiosa y quizá Yoongi aprendió de él aquellas manías durante el tiempo que vivieron juntos y el departamento que compartieron por años se convirtió también en una especie de hostal improvisado para cualquiera de sus amigos que lo necesitara. Entonces lo que comenzó como un detalle adorable por parte de Jimin, se convirtió en una rutina para ambos el comprar de vez en cuando cepillos de dientes extra, ropa interior de emergencia y calcetines que después guardarían en las gavetas de su baño para cuando fuesen necesarios. Así que Yoongi no tardó en encontrar unos calzoncillos nuevos y un par de calcetines que después repondría al menor.