Límites

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La noche ya había caído para cuando Jimin abrió la puerta de su departamento e invitó a pasar al pelinegro en un susurro que apenas pudo ser escuchado.

El viaje en auto le aturdió. Hubiese preferido que Yoongi insistiera en hacerle hablar durante esos largos cuarenta minutos de camino pero en cambio sólo permaneció en silencio, uno muy mortal, uno que le dejó a solas con sus propios pensamientos que parecían estar peleando entre ellos para poder dar una respuesta que ni siquiera estaba siendo exigida. 

Se comportó tan distante que creyó terminaría dando una impresión equivocada pero por alguna razón Yoongi... simplemente le había tomado de la mano y seguido por las escaleras del edificio donde vivía hasta que llegaron a su piso sin mediar palabra alguna, sin cuestionar ni reprochar absolutamente nada.

"—¿Qué estás pensando?—" Quiso preguntar pero no se atrevió.

En cambio se descalzó con increíble rapidez; una ráfaga de adrenalina recorriendo su sistema al notar el par de sandalias, las que compró para él y para Yoongi hace unos días atrás, acomodadas perfectamente al costado derecho de su recibidor, como si de hecho estuviesen esperando ansiosamente por su llegada. Jimin creyó que eran un claro mensaje -no sólo para él- de lo mucho que quería que el mayor le visitase seguido.

—Yo... me sentía culpable por hacerte andar descalzo cada que vienes así que... Son para ti. —Explicó señalando con su mano que milagrosamente no estaba temblando aunque no pudo decir lo mismo de sus piernas.

Yoongi se rió quedito y Jimin podría haber hecho una lista extensa de las posibles razones por las que lo hacía. Su propia cara sonrojada era la que encabezaba el top aunque competía fuertemente con lo obvio que debía ser suponer que eran artículos de pareja.

Un grito agudo se le ahogó en la garganta cuando miró a sus pies, con Yoongi colocándose las suyas como si fuese parte de una rutina diaria. Pronto estuvieron cómodos, combinados, reprimiendo en sincronía el suspiro satisfecho que les provocó aquello.

—Lo siento... c-cuando las compré no parecía ser tan vergonzoso como lo está siendo, no tienes que utilizarlas si no quieres. —Habló rápido, atropellando palabra tras palabra sin darse tiempo de notar que Yoongi estaba más que encantado con ello, sonriéndole con cariño apenas Jimin alzó el rostro para enfrentarle.

—Están más que bien, Dooly.

🐣🐈‍⬛

Intentó que no fuese más incómodo de lo que estaba siendo. Jimin no entendía la razón del por qué le costaba tanto trabajo comenzar con ello. Él había sido el de la idea de subir y tomar un café para charlarlo, él mismo se había puesto bajo esa situación cuando Yoongi bien pudo haberle dado el espacio que su lenguaje corporal con urgencia decía necesitar.

Estaba nervioso, las manos le sudaban y la taza de café de su lado apenas había sido tocada. Tenía la boca seca, los labios apretados en una mueca que si el pudiese ver la interpretaría como un inminente rechazo.

Sin embargo Yoongi parecía bastante tranquilo con todo el desastre que había ocasionado con una sola frase. "—Creo que me gustas, Jiminnie. —" Se repetía una y otra vez en su mente con toda la intención de alborotar su corazón y al mismo tiempo de recriminarse a sí mismo dejar que todo aquello avanzara tan rápido.

¿Había terminado con Suran por su culpa? ¿Siquiera habían terminado ya? Jimin creía ser completamente responsable de todas las peleas y discusiones que pudieron haber tenido. Se sentía abatido, no podía ni concentrarse en sentir algo más que eso porque los fantasmas de una posible recriminación también estaban añadidos.

Ex Novio 🌼 YM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora