"Ropa, libros, Curry."

515 70 17
                                    

¿Qué quieres? —Fue el saludo escueto de Taehyung al descolgar el teléfono luego de más de quince intentos por conseguir una respuesta.

¿Está Jimin contigo? —Preguntó quedito, con la voz ahogada. El contrario no lo sabía, le sería imposible hacerse una idea del estado nervioso en el que se encontraba sí no le observaba pero Yoongi intentaba con toda su fuerza detener el constante golpeteo de su pie contra la madera de su piso.

No, déjame en paz.

Taehyung, por favor. —Le interrumpió en una súplica cuando notó sus intenciones por cortar la llamada. —No tienes que pasarlo al teléfono... Sólo... Necesito saber qué está con alguien. Que está a salvo. —Hubo una larga pausa acompañada de un silencio que le hizo añicos el corazón lentamente, escuchando dentro de su cabeza lo fuerte que latía y lo doloroso que se estaba volviendo respirar. —No he sabido de él desde que salí de casa hoy por la mañana, no atiende mis llamadas y cuando fui a buscarlo a la universidad Taemin me dijo que ya se había ido. Por favor...

Del otro lado de la línea, el castaño pareció pensárselo un momento, analizando la preocupación en su tono voz para descifrar si era legítima o si se encontraba mintiendo. A Yoongi le molestó aquello, no concibiendo la amarga sensación de ser puesto en duda, sin embargo, aún así se abstuvo de hacérselo saber con tal de conseguir un poco de piedad.

Sí, está aquí. —Dijo finalmente sin dejar de lado la hostilidad con la que le hablaba. —Déjalo en paz, suficiente has hecho ya.

Yoongi iba a replicar, estaba a punto de gritarle cansado de las falsas acusaciones que hacía una semana comenzó a recibir pero cuando escuchó cómo la llamada terminaba sin darle la oportunidad de defenderse ni un poco, se dejó ahogar del burbujeante e incontenible ardor que la decepción arrastraba a su paso por todo su cuerpo. Preso del coraje gritó, tan fuerte que seguramente los vecinos habrían escuchado su alboroto sin ningún problema, y junto a ello, su mano que picaba por la adrenalina lanzó su teléfono contra el piso.

Quizá fue ahí cuando se dió cuenta de la cuerda floja a la que se estaba aferrando, la primera vez en seis años que la aterradora idea de que todo hubiese terminado antes de que él tuviese tiempo para analizarlo se hacía presente en su cabeza. Y fue doloroso, tanto que se encontró a sí mismo intentando sostenerse del suelo, fregando sus lágrimas instintivamente pero importándole poco de cualquier manera para ese punto que se derramaran. Su pecho dolía y la garganta le quemaba obligándole a soltar el llanto que llevaba retenido más tiempo del que podía asegurar. Se sintió solo, perdido.

Fue todo un misterio para él realizar cómo había juntado la fuerza necesaria para ponerse en pie, quitarse la ropa del día y meterse a la cama. Con los ojos hinchados y los labios resecos, teniendo dificultad para respirar. Estaba tan cansado física y emocionalmente que apenas logró poner la cabeza en la almohada el sueño le venció, viendo por última vez la hora en el reloj de la mesa a su lado, negándose a creer que fuese de madrugada y Jimin continuase sin aparecer.

🐱

No pasó largo rato para despertar, en la neblina de su sueño ligero era capaz de sentir como a su cabeza se le antojaba matarlo de dolor mientas las patitas de Holly resonaban rítmicamente contra la madera incitándole a encender sus sentidos y mantenerse alerta incluso si su cuerpo se rehusaba a moverse un solo centímetro.

Debatiéndose entre levantarse y tomar algo para el dolor o simplemente pasar de ello y volver a concentrarse en dormir, Yoongi comenzó a sentir la oscuridad de la desconexión hacerse presente nuevamente, arrastrándolo en silencio a la pesadilla que fue interrumpida pero que era por mucho mejor que la realidad que se negaba a aceptar todavía.

Ex Novio 🌼 YM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora