48. Hasta pronto

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Imagine Dragons— Stand by me

—Pudimos habernos quedado en el apartamento— dijo Jude con un tono ligeramente enfurruñado, viendo por la ventanilla del asiento trasero—. Mañana debo levantarme muy temprano.

—Puedes dormir durante el vuelo, que para empezar ni siquiera es tan largo, no sé por qué optaste por irte tan temprano. Así que deja de ser una perra y solo permite que Rick y JJ pasen contigo esta noche— respondió Yeva con un tono conciliador aunque un poco reprobatorio.

Jude solo se hundió más en su lugar. JJ le dio una mirada evaluativa por el espejo retrovisor. No quería hacer suposiciones arrisgadas, pero Jude parecía un poco retraido y podía jurar que tenía ojeras, no tan notorias, seguían ahí de todos modos. Tal vez todo el asunto de tener que irse le estaba afectando más profundamente de lo que se atrevía a aceptar. Si de JJ dependiera, no lo dejaría ir, por varias razones. En primer lugar porque sabía que Rick estaba sufriendo con la idea de separarse de su mejor amigo. Habían sido un equipo desde hacia mucho tiempo, atravesaron malos momentos y para Rick, Jude representaba un gran apoyo. Perderlo tan repentinamente iba a causar un impacto, incluso si estaban tratando de minimizarlo lo más posible.

En segundo lugar no quería que Jude se fuera porque podía ver que era lo último que el de ojos azules quería hacer. Vamos que Jude había empezado a hechar raíces en Nashville, tener que irse de una manera que hasta cierto punto era obligada, podía hacer que los lazos que había formado en aquella ciudad, se rompieran.

Y por último no quería que Jude se fuera porque en el poco tiempo que llevaba de conocerlo, se había encariñado de él. Lo apreciaba, no solo por mantener a Rick a salvo, sino porque Jude, por muy distante que fuera, a pesar de su personalidad en apariencia indiferente, era un hombre leal. No iba a decir que fuera bueno o justo, pero por quienes le importaban era capaz de hacer cualquier cosa. Esa era su forma de mostrar afecto. JJ quería seguir descubriendo más cosas sobre Jude y eso no sería posible si estaba lejos por tiempo indefinido.

—Nos la pasaremos bien, ya verás— le dijo tratando de aligerar el ambiente. Solo esperaba que no se enfurruñara más cuando viera lo que le tenían preparado en el Averno.

Rick condujo en silencio. Estaba nervioso se dio cuenta JJ. Lo más seguro es que también estuviera pensando en la posibilidad de que Jude no se tomara bien la fiesta sorpresa de despedida. Bueno, daba igual, porque justo cuando estacionaron frente al bar, ya no había vuelta atrás.

—Alicia, tú no puedes beber. Jonny tampoco — comentó el de ojos azules con el ceño fruncido —¿Por qué venir a un bar entonces?

—Podemos saltarnos las reglas por una noche — respondió el rubio apagando el motor de la camioneta—. No te veré en un tiempo, así que por hoy vamos a alocarnos un poco.

—¿Tú, alocarte? okey, quiero ver eso.

La sonrisa maliciosa volvió a los labios de Jude y entonces estaba bajando de la camioneta. Estirando los brazos por sobre la cabeza mientras se encaminaba a la puerta del bar. JJ compartió una mirada con su novio y con Yeva. Okey, aquello podía terminar de manera agradable o con un Jude escabulléndose de vuelta al apartamento, solo quedaba averiguarlo. Se encaminaron hacia el bar, Rick enviando un rápido texto para avisar a los demás.

A Lonely Heart Song © (Love & Music #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora