A Lonely Heart Song © (Love & Music #3)

9. Debes confiar en ti

(4/5)

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Kevin Karl —Como me encanta

—Tuve otro ataque de pánico.

Soltar esas palabras resultó bastante difícil. Sabía que contarle a su terapeuta sobre ese incidente solo lo haría reafirmar su idea de que Rick necesitaba medicación o unirse a grupo de apoyo o cualquier otra cosa. Y de verdad hubiera preferido guardárselo para si mismo, así como se lo estaba ocultando a Jude. Era injusto, lo sabía. Así como sabía que no decir nada a Emile hubiera sido un error.

No fue su conciencia la que lo llevó a confesarlo de todos modos. Fue la promesa que le hizo a Jonathan. Ese día, cuando le pidió que no le contara a Jude, le prometió que se lo diría a su terapeuta. Por eso estaba ahí tragándose su renuencia, hablando sobre algo que no quería decir, pero que sabía, necesitaba exteriorizar.

Puede que Emile no frunciera el ceño y no mostrara lo mucho que le alarmaba no haberse enterado de eso antes. De hecho el hombre siempre se mostraba tranquilo, con esa voz llena de calma que en ocasiones volvía más fácil el tener que hablar con él sobre sus problemas. Pero aún con todo, pudo ver el destello de preocupación que cruzó su mirada. Se recompuso rápidamente dando golpecitos en el borde de su libreta.

—¿Hace cuanto fue eso?

—Unos días después de nuestra última sesión.

—Hmm— fue todo lo que el terapeuta dijo mientras anotaba algunas cosas.

Eso lo ponía de los nervioso. ¿Acaso Emile escribía sobre lo decepcionantes que eran sus avances? ¿Estaba documentando cómo era tratar al peor de sus pacientes? ¿O solo ponía notas sobre cada fracaso de Rick? Sacudió la cabeza, sabía que no era eso. Emile anotaba todo lo que creía relevante para analizarlo y buscar la mejor manera de ayudarlo. Pero los pensamientos negativos casi simpre inundaban su mente haciéndole pensar en lo peor. Era un efecto directo de su mentalidad pesimista, esa que había estado más activa que nunca. Porque últimamente hasta las cosas más buenas podían tener un lado malo para él; estaba cansado de pensar así, pero no sabía del todo como detenerlo.

—¿Qué tan grave fue?— parpadeó concentrándose de nuevo en la sesión.

¿Qué tan malo? tanto como para ni siquiera querer pensar en eso. El solo recuerdo le formaba un nudo apretado en la boca del estómago. No recordaba mucho más allá del hecho de que fue bastante difícil respirar. Sus recuerdos parecían fragmentarse y estar casi ausentes hasta el momento en el que logró calmarse lo suficiente para darse cuenta de que Jonathan lo estaba abrazando. Pero puede que no lo recordara, aún así sabía que su mente estuvo plagada de pensamientos oscuros y de la más absoluta desesperación porque sintió que se estaba muriendo al no poder respirar con normalidad. Y en el fondo, la parte más dañada de él, quiso morir de una vez por todas. Hasta lo ansiaba.

Soltó una exhalación temblorosa alejando su mente de ese último pensamiento.

—Fue peor que el ataque de pánico que me hizo aceptar recibir terapia— eso era todo lo que necesitaba decir. Esta vez Emile si que frunció el ceño.

—¿Hubo una situación, pensamiento o sentimiento que desencadenara dicho episodio?

Y esa era otra cosa en la que no quería pensar. Por supuesto que había una razón y esa si que la tenía muy presente y lo odiaba. Detestaba seguir dándole a un pedazo de su mente a un hombre que no valía la pena. No quería contarle a Emile, pero debía hacerlo porque si no se lo decía a nadie, se pudriría en su interior jodiéndolo más de lo que ya estaba. Así que con dientes apretados le habló sobre el por qué tuvo el ataque de pánico. Le contó como fue que pasó de estar más o menos tranquilo junto a Jonathan hasta que..."Tienes el cabello muy suave ".