🦋 𝓤𝓷𝓪 𝓝𝓾𝓮𝓿𝓪 𝓞𝓹𝓸𝓻𝓽𝓾𝓷𝓲𝓭𝓪𝓭 🦋 [#PGP2024]

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  "Hay heridas que nunca se ven en      el cuerpo que son más profundas
    que cualquiera que sangre."

            - Laurell K. Halmiton -

Un pitido constante y irritante es lo primero que logró escuchar y me entorpecer los oídos, cada parte de mi cuerpo se siente pesada y dolorosa.

Intento abrir los ojos pero los tengo pesados, luego de unos segundos intentándolo, logro abrirlos lentamente y lo primero que veo es un techo blanco.

¿A donde va uno cuando muere?

¿Así se siente estar muerto?

Si es así, todo fue en vano, todavía tengo esa presión en el pecho.

Miro a mi alrededor y es una fría habitación donde el simple color que habita es el blanco, los bombillos de las lámparas parpadean levemente, la luz es tan fuerte que me molesta e irrita más mis ojos, el aroma antiséptico me golpe tan fuerte que me incomoda, es inquietante.

No, no, no... Esto es un

"Hospital, eres tan inservible que ni
para matarte sirves, algo tan simple".

- No - susurro.

Mi vista se posa en mis brazos, y ahí caigo en la cruda realidad, están vendadas.

No sé en qué momento empecé a llorar, pero me doy cuenta al sentir la humedad recorrer mi rostro y mi respiración se agita impidiendo que respire con regularidad.

El pitido empieza a sonar más rápido ocasionando mucho ruido en la silenciosa habitación.

"Inútil"

- No - grito.

"Eres patética"

- Yo... yo lo he intentado - murmuró entre llanto tapando mi rostro con mis manos intentando callar mis sollozos.

"Si, excusas, tú siempre lo intentas y
eres tan inútil que nunca logras nada"

- ¡No!- grito quebrando mi voz en el proceso.

"Mereces todo el dolor que pasas, y ahora será peor, prepárate"

- No, yo.. yo lo hice, esto es solo una ilusión, yo estoy muerta - intento convencerme entre balbuceos.

"Tan estúpida, sigues viva"

- ¿Qué hice mal? Dímelo, yo lo volveré a intentar - pregunto desesperada intentando levantarme pero el cuerpo me dolía demasiado.

"¿Para que lo vuelvas a arruinar?"

- No, no lo haré - aseguro enfocándome en la intravenosa que tengo en mi brazo izquierdo.

"No vales la pena"

Desesperada y aún confundida, grité con todas mis fuerzas al mismo tiempo que me sacaba la intravenosa llevando mis manos a mi cabeza, necesitaba que se detuviera.

"Este es tu castigo, seguirás en este mundo por mucho tiempo, porque no eres ni capaz de matarte"

- No, no por favor, ya basta - suplico de manera débil entre lágrimas.

De un momento a otro entran dos personas a la habitación, acercándose a mi de manera apresurada.

- Samantha calma, respira - dice un hombre acercándose a mi.

- No - susurro por lo bajo, la presión en mi pecho se hace más fuerte dejándome sin aire, las lágrimas no dejan de salir y mi manos tiemblan haciendo débil el agarre en mi cabeza.