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         "Un sabio dijo:

            No digas que quieres morir,
            porque no quieres morir.
            ¿Que como lo sé? Okey
            Avientate a una piscina y
            vas a verte luchando para
            sobrevivir, en realidad no
            quieres morir, sino matar
            dentro de ti".

Narra Samantha.

Angustia, eso es lo que controla mi cuerpo desde hace días, una fuerte opresión en el pecho y el estómago que no se va por mucho que piense en otra cosa, por mucho que grite, que llore, escriba o haga cualquier cosa no se va a ir.

Solo se va realizando el primer corte en tu piel, dejando salir un poco del dolor que habita en tu alma, en el baño, en la habitación, en la cocina, de noche, de día, en el anochecer, atardecer... No importa el espacio ni el tiempo, ya que solo existo yo, mi vacío y la cuchilla.

Esta lucha se está volviendo imposible, intento seguir pero cada día lo veo peor, cada día me cuesta más, cada día es más imposible hacer cualquier pequeña cosa.

Simplemente quiero desaparecer durante un tiempo.

Y también estos días me he sentido tan frustrada que lo mas mínimo me lastima. Con el dolor en el pecho y las fuertes ganas de llorar pero las lágrimas se niegan a brotar de mi.

¿Comprenden ese sentimiento? Es horrible.

En mi experiencia no hay nada que la pueda calmar, la frustración no se quita por más relajada que intentes estar y las lágrimas no salen por más triste y angustiada que estés.

No hay nada que funcione más que además de sedantes que te mantienen
drogada para que no sientas nada, pero al final terminas peor.

Lo primero que hice al ver que estaba en este estado de frustración fueron esconder las pastillas, mi padre me a obligado otras veces a tomarlas pero las odio, no me gusta tomarlas porque me hacen sentir que estoy muerta pero cuando el efecto pasa todo se triplica, todo se vuelve peor. Y es el efecto rebote de las pastillas que causa eso.

Me gustaría dejar de pensar tanto, me lástima, me hace mal, pero es algo que no se puede evitar, cada noche llega ese momento en el que simplemente tu mente te consume y te tortura, y por más que hagas no puedes pararla, y cuando menos te das cuenta te encuentras cómo todas las noches anteriores, a oscuras mirando un punto fijo, con la navaja en tus manos y las sangre recorriendo tu piel, pensando en todo lo que pudo ser distinto pero no fue, es justo ahí que parece eso que odias pero permanece a nosotros, ese sentimiento que te ahoga y te hace sentir que no puedes más, ese dolor en el pecho que nos invade y cada vez se hace más habitual y conocido, intentas formas de disimularlo pero los ojos hinchados de la mañana siguiente te delatan, pero tan solo los ves tú, nadie pregunta porque están tan rojos, tan inflamados y si eso es peor, de alguna forma queremos que no estamos bien que necesitamos ayuda pero no podemos pedirla, que las ganas de un abrazo de verdad crecen rápido y nunca llegan.

Pero ahí estamos viviendo en la rutina de la vida despertandonos para seguir que todo está bien que la sonrisa es cierta y que los ojos son por la alergia que tienes y que el dolor en el pecho no es nada más que eso que aparece en la noche, a solas, y en silencio.

Mi mirada cae en el reflejo que me nuestra el espejo, mi ceño se frunce por molestia.

¿Porque no puedo ser tan bonita como ella?

¿Que pensaba al creer que Ethan me preferiría a mi?

Esta claro que la chica del hospital es mucho más linda que yo y entiendo porque la prefiere a ella, ella es más bonita, más delgada, más divertida, y lo más importante no está rota, lo sé, yo tampoco me elegiría.

🦋 𝓤𝓷𝓪 𝓝𝓾𝓮𝓿𝓪 𝓞𝓹𝓸𝓻𝓽𝓾𝓷𝓲𝓭𝓪𝓭  🦋 [#PGP2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora