-El océano, a veces, juega trucos con la mente. Es peligroso.
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"El océano es más antiguo que las montañas y está cargado con los recuerdos y los sueños del Tiempo." H.P. Lovecraft
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"Metales."
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Estaban a dos días de la batalla, los Cullen aprovecharían la noche para ir a cazar, los lobos y semidioses descansaban de hacer guardias, tanto en el pueblo como de vigilar a la humana, esa noche la pasaría en casa de su novio. Los semidioses, se encontraban reunidos en el comedor del Argo, cuando terminaron de cenar se pusieron a aclarar ciertos puntos de la misión.
—Bien, sabemos el plan que manejaran los vampiros. —comento Clarisse subiendo sus botas sobre la mesa —¿Qué haremos nosotros?
—Nuestro plan sigue en pie. —informo la hija de la sabiduría. —Solo que habrá pequeñas modificaciones, seguiremos el plan de los Cullen, nos dividiremos en dos grupos, los que quieran pelear en uno y los otros se mantendrán en el Argo, que sobrevolara el pueblo.
—No pienso quedarme en el barquito. —indico la hija de Ares.
—Y contábamos con eso, La Rue, estás dentro. Nico y Helara también. —Percy.
—Y queda un lugar. —Nerea menciono mirando a los tres chicos restantes. —¿Quién de ustedes quiere estar dentro? —cuestiono Nerea.
—Calipso me pido que no me arriesgará, así que me quedo. —dijo Leo rascándose la nuca.
—Creo que seré más útil en el barco, está vez. —hablo Jason mirando a los hijos de Poseidón.
—De acuerdo, entonces, Annabeth, Leo y Jason se quedan en el Argo. Los demás vamos al campo. —Nerea dijo mirando de reojo a Zaid.
—Destruir a esos neófitos, será pan comido. —comento Clarisse.
—Lo será, pero no cantemos victoria antes de tiempo. —hablo Nico cruzándose de brazos. —Ellos no son nuestro verdadero objetivo.
—Lo has dicho, tenemos una profecía. Que solo algunos puntos se han aclarado, pero los demás faltan. —comento Zaid.
—Nico, ¿Qué han dicho tus espías? —le pregunto Percy.
