Extras

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🏛🏛🏛  Apple  🏛🏛🏛

Su historia ya tenía cierto tiempo; habían pasado por distintos capítulos. Se conocieron y tontearon como amigos antes de revelar sus sentimientos y atracción. Las mentiras en torno a sus naturalezas pusieron en balanza su relación con altos y bajos, como cualquier otra, pero hubo un suceso que comenzó una grieta en su relación por un simple corte de papel, y los sucesos que le precedieron marcaron aún más esa grieta. La separación fue dura, difícil de sobrellevar para ambos.

El tiempo fue la cura, la aceptación de quienes eran, sin mentiras de por medio ni opiniones externas, les dio la libertad de conocerse tal como eran, de amarse y fortalecer cada vez más su relación.

Sin embargo, había algo que atormentaba las noches de Jasper, y no porque no le permitieran conciliar el sueño; eso era algo que había perdido hace más de cien años. Sino que no encontraba paz; la culpa y el remordimiento lo acechaban cada tanto en su mente.

Había juzgado la partida de Nerea de la peor forma, y a su encuentro se expresó de forma hiriente debido a su dolor contenido. Sin darle la oportunidad de explicarse y sin querer conocer en absoluto lo que había pasado.

La verdad siempre sale a la luz, y es ahí donde el remordimiento comenzó a crecer en él. Al conocer sus motivos, la lealtad que ella tenía por los suyos, lo difícil que había sido para ella esos días y lo trastornada que había quedado al escuchar su voz en cada suceso, fue difícil. Debía agradecer tener la oportunidad de ver Hefesto TV, pero ver por lo que había pasado, escuchar sus gritos, verla lamentarse y retorcerse de dolor fue insoportable.

Juró que haría todo lo que estuviera en sus manos y en su poder por traer paz y felicidad a su hermosa azabache. Redimir el daño que le había hecho, crear buenos recuerdos para que olvidara los malos recuerdos de su vida. Sabía que no podría borrarlos, pero sí podía enviarlos al fondo de su mente.

Así que después de pasar por el ejército de neófitos y su aventura en el mar, obtuvieron un lapso de paz, que Jasper aprovechaba para crear momentos entre ellos.

Y Nerea lo sabía, se daba cuenta de que Jasper se esforzaba en crear hermosos momentos entre ellos, queriendo borrar sus nubes grises para crear blancas. Sin embargo, ella era una tormenta desde el principio hasta el final. Sabía cómo vivir y lidiar con el dolor sin que fuera un obstáculo en su siguiente paso. Agradecía tener a alguien ajeno a su mundo y familia preocupándose por ella.

Por eso, la semidiosa le había dado la oportunidad al vampiro de sorprenderla esa mañana. Nerea llevaba una falda de color verde, al igual que los tallos de las flores. A Jasper le gustaba verla de verde; además, combinaba con sus ojos. Llevaba una blusa negra y zapatos bajos del mismo color. Estaba sentada sobre unos almohadones a unos metros del lago, sosteniendo una rosa blanca en sus manos. Estaba ocupada arrancándole los pétalos.

Sin darse cuenta de que Jasper había comenzado a recoger los restos del picnic.

—Vamos —la llamó el rubio atrayendo su atención.

—Déjame disfrutar el momento solo por unos segundos más —dijo ella en voz baja, que hacía que las malas ideas parecieran buenas. Lo sintió dar un paso atrás y lo siguió con la mirada hasta la orilla del lago, observando el paisaje. Su lugar especial entre el bosque cerca de un pequeño lago.

Nerea lo miró y se dio cuenta de que el amor podía cortar como el filo de una espada. Él se giró para verla al escuchar sus latidos ir más rápido. Sus ojos eran dorados, dulces y hermosos. Lo amaba tanto que su pecho dolía cuando respiraba.

Marea |Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora