-El océano, a veces, juega trucos con la mente. Es peligroso.
♆
"El océano es más antiguo que las montañas y está cargado con los recuerdos y los sueños del Tiempo." H.P. Lovecraft
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estaban apostando por una historia súper romántica y cursi, pero se estaba por convertir en una no apta para todo público.
De un momento a otro, Jasper acorto la distancia que había entre ellos. Una de sus manos se había enredado en el cabello de Nerea para unir su boca con la de ella y su otra mano, acariciaba su cintura, atrayéndola más a su cuerpo. Nerea envolvió sus manos sobre su cuello, el acaricio su espalda con la mano que tenía posada en su cuerpo. El peculiar aroma a excitación invadió las fosas nasales del vampiro, Nerea olía a lujuria y el bombeo de su corazón se aceleró, eso era un ronroneo para él.
Nerea quería más de él, quería probar más que su boca, quería sentirlo más cerca, quería dejarse llevar por lo que estaba experimentando en esos momentos porque no se sentía solo como un deseo.
—Tócame. —le pide para sorpresa de ambos. Jasper se tensa, tal vez por la repentina petición o quizás por el deseo que estaba sintiendo desbordar en ambos.
—No. —responde mientras creaba una distancia entre ellos y se cruza de brazos sobre su pecho, manteniendo una expresión fría, pero en la profundidad de sus dorados ojos se podía ver la ardiente lujuria.
El corazón de la semidiosa se empezó a acelerar cada vez más, no por la negativa, sino por la emoción que acompañaba su intensa mirada dorada. Se deslizo con movimientos lentos, acabando sentada a horcajadas sobre las piernas de él, el espacio entre ellos se convirtió en milímetros de separación, las puntas de sus narices podían tocarse y rozarse.
—Bésame. —pidió en esta ocasión, él se mantenía quieto, inmóvil y frio ante la tempestad que era ella. Sabía que el siguiente paso que dieran, iba a ser peligroso para ambos. La semidiosa no sabía si estaba bien presionarlo de esa manera, pero ahora que había empezado el juego, no iba a detenerse.
—No. —dijo de nuevo en un tono bajo. Ambos trataban de mantener la lucha de miradas, ninguno de los dos tenía la intención de detenerse, pero los ojos de Nerea descendieron por todo su rostro hasta llegar a sus labios firmemente apretados.
—¿Por qué?
Al no recibir una respuesta, la joven presiono sus labios sobre los de él de forma dulce, beso su labio inferior y después se retiró. Su mano se elevó para acaricio el lateral de su rostro, el contorno de su mandíbula hasta delinear la curvatura de su labio. De nuevo, se inclinó para darle un beso. Los latidos de su corazón tamborileaban en el interior de sus oídos.
—Detente. —ruega Jasper mientras colocaba sus pesadas manos a ambos lados de la cadera de Nerea, un escalofrió recorrió su cuerpo al sentir su frialdad, pero también por la forma en que hablo; se podía notar su determinación, pero esa estaba a punto de romperse, ante la mujer de ojos oceánicos y cabello negro.
