CAPITULO. Ka'a

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"Volterra."

Por la ventanilla de la aeronave, Jane podía ver con detalle la iglesia entre las colinas, veía la puerta mayor del castillo y la pequeña pista de aterrizaje

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Por la ventanilla de la aeronave, Jane podía ver con detalle la iglesia entre las colinas, veía la puerta mayor del castillo y la pequeña pista de aterrizaje. Deseaba regresar a su hogar, pero no de esta forma. ¿Cómo podía presentarse ante sus reyes? ¿Cómo los miraría? Sobre todo, a su maestro, sabiendo que fue humillada. No solo ella si no también el clan.

Se sentía débil, impotente, jamás había sido tratada así, no desde que se había trasformado, desde el momento que dejo de ser una humana, injustamente tachada como bruja. Se juró a sí misma buscar venganza mientras se internaba en el antiguo túnel, este lleva al asombroso castillo, iba directamente a la torreta de los Vulturi. Seguida de sus compañeros, entraron a la sala de trono, estaban nerviosos y con miedo de darle el informe a Aro Vulturi.

— Mis queridos, —la voz melosa de Aro se hizo presente —es bueno tenerlos de nuevo en casa.

— Mis reyes —Jane los miraba esquivamente, acercándose con los otros a su lado.

— ¿Qué ocurre? Dimitri, ¿por qué esas caras largas? —pregunto Caius seriamente.

— Amo... —Jane hablo nerviosa, no termino la oración, cuando tenía enfrente suyo a Aro, este sujetaba de manera firme su mano, utilizando su don en busca de la verdad.

Alrededor de la fogata de restos de neófitos, se encontraba Carlisle, su esposa e hijas encabezado el grupo, a un lateral estaban Edward abrazando a la humana, detrás suya tenia a tres vampiros masculinos y la enigmática humana desconocida.

—Increíble. —hablo Jane. —Nunca había visto un clan escapar intacto de un ataque como este. —observo los restos que seguían quemándose.

—Tuvimos suerte. —menciono Carlisle

—Eso lo dudo. —indico sin escrúpulos la rubia, Nerea entorno los ojos, era la voz cantante de la guardia.

—Parece que nos perdimos una buena pelea. —hablo Alec observando el claro.

—Si, no con frecuencia somos innecesarios. —secundo la rubia a su hermano.

—De haber llegado hace media hora, hubieran cumplido con su propósito. —acoto Edward con cierto recelo en su voz, encubriendo la seriedad de su rostro. Jane miro de inmediato a Edward, luego a la humana que colgaba de su brazo con asco.

—Qué pena. —se lamentó falsamente, su escarlata mirada dio con la neófita. —Les falto una. —la neófita se acercó un poco a Jasper temerosa, Nerea se dio cuenta que Jasper se colocó de manera protectora sobre la neófita.

Marea |Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora