-El océano, a veces, juega trucos con la mente. Es peligroso.
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"El océano es más antiguo que las montañas y está cargado con los recuerdos y los sueños del Tiempo." H.P. Lovecraft
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Cuando los hijos del mar regresaron con el resto de la tripulación, el mar estaba enloquecido alrededor del Argo II, las olas se estrellaban contra la cubierta, todo debido al descontrol que tenían sobre sus emociones. Jasper no logro contenerse, y se lanzó a abrazar a su novia mientras depositaba decenas de besos por todo su rostro.
—¿Quién —un beso en la frente —te crees —beso en la mejilla —para tenerme —beso en la mandíbula —preocupado —un beso casto sobre sus labios—tanto tiempo?
Nerea no contesto, se dejó mimar por la preocupación del soldado, estaba aliviada de haber regresado con él y sus amigos, teniendo la certeza de que estaba segura. El cansancio emergió, Jasper al notarlo, la alzo para llevarla a su camarote, dejándola sobre la cama para que descansara, unos segundos después regreso con Percy, lo ayudaba a caminar y acostarse.
Ambos hermanos se sentaron con la espalda apoyada en la pared del camarote y la cabeza caída de lado por todo el agotamiento. Annabeth había ingresado al camarote con dos vasos de néctar, quería saber sobre su estado y de la misión.
—No pasamos la prueba. —comento desganado Percy. —Fracasamos. Ese tritón dijo que teníamos potencial, pero, aun así, no lo logramos.
—Además, nos despreció por ser mestizos. —rechisto Nerea.
—¿Entonces se acabó eso de las aguas profundas? —cuestiono Annabeth.
—No, el señor aleta verde dijo que no era nuestro momento. —menciono la hija del mar —Así que, esperaremos y lo volveremos a intentar. —Nada como un rotundo fracaso para generar grandes ideas, el plan cobraba forma en su mente.
—Chicos, volver a hacer el viaje es peligroso, regresaron en un estado bastante malo. —Jasper asintió ante las palabras de Annabeth. Si supieran que casi se vaporizaron, ya estarían encadenados en tierra por sus parejas, pensaron ambos hijos del mar.
—Por eso, solo lo haremos nosotros dos. —dijo Percy.
—Con mi barco.
—El barco es casi inservible. —destaco la hija de Atenea.
—Claro, ha pasado una guerra y siglos debajo del agua, por eso está en reparación. —menciono Nerea.
Annabeth se resignó a seguir con esa conversación, sabía de antemano que cuando algo se les metía en la cabeza era imposible evitarlo y Jasper lo había aprendido a la mala.
—Pasajeros, habla el capitán Valdez, les informo que pasaremos todo el día en el mar, rumbo al campamento mestizo.
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—¿Qué tal, Nico? —cuestiono Nerea a Nico al encontrárselo de camino al pino de Thalía, al igual que ella, el hijo de Hades partía del campamento a continuar su trabajo con los vampiros. —Todo sobre ruedas, ¿verdad?
