CAPITULO. Bolon

2.7K 356 54
                                    

"Tronos."

Estaban a mitad del mar abierto, totalmente solos, navegaban por el Mediterráneo, habían partido de las columnas de Hércules, sin daño alguno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaban a mitad del mar abierto, totalmente solos, navegaban por el Mediterráneo, habían partido de las columnas de Hércules, sin daño alguno. En el mar, las posibilidades de morir para un mestizo aumentaban, de un 50% a un 80%. Desde su ingreso a esas aguas, cada hora que pasaba, el barco sufría varios ataques, una bandada de aves carnívoras se lanzó en picado del cielo Festo escupiendo fuego. Luego, le siguieron grifos intentando picotearlos, unos espíritus de tormenta empezaron a dar vuelta alrededor del barco y Jasón les tuvo que lanzar un rayo.

El cielo nocturno estaba salpicado de estrellas, estas se extendían por encima de ellos. A pesar de la creencia popular, la luna no es de ayuda por la noche, te guiabas por el oído. Lo único que alumbraba la luna era 10 metros de agua por delante de ellos. Navegar de día, a plena luz, era sencillo, pero de noche era casi una tarea imposible menos para los Jackson, para ellos la guardia era más amena por la noche que por el día.

Eran las tres de la madrugada, los únicos despiertos eran Jasper que se encontraban en el puesto de mando y los hermanos en cubierta. Una llovizna flotaba en el aire mientras surcaban las olas de casi seis metros, el mar ascendía y descendencia debajo de ellos, había una densa niebla que impedía a Percy ver a Festo al final de la proa y que Nerea, desde su posición en el mástil sentada con una pierna extendía y la otra la flexionada, tenía un brazo recargado en esta última sin lograr ver a su alrededor.

La orientación de ambos azabaches en el mar era perfecta. Sabían la latitud y longitud exactas, la profundidad del mar, en qué dirección se movían las corrientes, la velocidad del barco y podían detectar si había rocas o bancos de arenas en su camino o peligros mortales. Pero en este mar, era distinto, habían navegado antes por estas aguas y aun, se seguían estremeciendo ante ellas. No se comparaba con sus travesías en el Atlántico, Pacifico, Índigo y los golfos de Alaska y México. El Mediterráneo, era más antiguo y poderoso, podían percibir sus distintas capaz arremolinándose debajo de ellos. Todos los héroes griegos y romanos antiguos habían navegado por estas aguas, en sus profundidades todavía merodeaban monstruos envueltos por la niebla, la mayoría del tiempo estaban durmiendo, pero podían percibir que se movían. Les llamaba la atención el casco de bronce de un trirreme griego y la presencia de sangre mestiza.

"Han vuelto." Parecían decir los monstruos. "Por fin. Sangre fresca."

—Tengo un mal presentimiento. —confeso el mayor de los Jackson, sintiendo de repente un pinchazo en la cabeza.

—Lo mismo digo. —Nerea observó las aguas tintadas de negro, como si un Kraken estuviera a punto de hundir el barco.

—Para. —ordeno Percy. —Tenemos que parar. —Nerea de un salto cayo a cubierta.

—Jasper. PARA. —grito Nerea. El dolor se intensifico, llevándose las manos a las sienes, lo que provocó una sacudida en el barco, ambos corrieron a los laterales mirando la superficie del agua con terror.

Marea |Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora