CAPITULO. CHICUA-CE

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"Testigos sorpresas."

La llegada de Senna y Zafrina del Amazonas, junto a varios clanes pequeños de todo el mundo, significaba que su ruego estaba siendo escuchado en todos los rincones

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La llegada de Senna y Zafrina del Amazonas, junto a varios clanes pequeños de todo el mundo, significaba que su ruego estaba siendo escuchado en todos los rincones. Todos quedaron convencidos; se les hizo ver la inocencia y la realidad de Renesmee, pero solo había una problemática con los clanes: su sed de sangre, al igual que los nómadas.

—Hay muchos ojos rojos aquí —dijo Jacob entre dientes, removiéndose incómodo junto a Nerea.

—Aceptaron no cazar en el área.

—En algún lugar lo harán —dijo Jacob.

Nerea no podía negarlo, el lobo tenía razón; sabía que la mayoría se alimentaba de personas. Podía sentir las miradas curiosas sobre ella, era la única humana a los ojos vampíricos en aquella casa y no conocía ni a la mitad de los vampiros.

—Así es la cadena alimenticia, supéralo, Jacob —mencionó, empujándolo para alejarse de los invitados, retirándose a la cocina.

Había un lado muy bueno al ser una de las pocas residentes en la mansión que consumían alimentos mortales: la despensa era totalmente de ellos y, al tener un apetito voraz, era muy habitual que se encontraran en la cocina disfrutando de los manjares que preparaba Esme o, en algunas ocasiones, Rosalie, o darse el lujo de cocinar algo para ellos mismos.

—Buenos días, señorita —dijo el vampiro castaño apoyándose en la pared de la cocina con una sonrisa; lo reconoció como el último de los nómadas en llegar. —Soy Garret.

—Nerea Jackson. —se presentó la semidiosa, aceptando la mano del nómada, quien dejó un beso sobre sus nudillos.

—Lo sé, dicen que eres una chica buena.

—¿En serio? —cuestionó con humor Nerea, regresando a picar las verduras. —Qué raro, suelo ser la chica mala por lo general.

—¿Qué hace una humana frágil y delicada en una casa llena de vampiros?

Jacob casi vuelca la cacerola sobre la estufa, de reojo, Nerea pudo apreciar la sonrisa divertida del lobo para después mirar a Garret divertida; sabía que todos estaban al pendiente de la conversación y, sino lo estaban, lo estarían.

—No soy humana del todo y mucho menos delicada —comentó de manera tranquila para después clavar el cuchillo sobre la tabla —¿Quiere ver de lo que soy capaz? —El vampiro la miró curioso.—Acompáñeme, por favor. —mencionó con una sonrisa en el rostro.

Nerea lo guio hasta el riachuelo que pasaba por detrás de la mansión, varios vampiros salieron también al bosque, Jasper y Emmett estaban cerca de ambos solo como precaución; el resto se mantuvo como espectador desde los grandes ventanales.

—Le pido disculpas de antemano. —dijo Nerea, no le dio tiempo a Garret a reaccionar, cayó de rodillas al suelo al sentir un dolor atravesar su cuerpo, fue unos segundos que controló la sangre en su interior; el castaño se levantó buscando aire adolorido, su gesto de agonía se transformó en una sonrisa.

Marea |Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora