-El océano, a veces, juega trucos con la mente. Es peligroso.
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"El océano es más antiguo que las montañas y está cargado con los recuerdos y los sueños del Tiempo." H.P. Lovecraft
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Nerea y Percy tenían una fascinación por el océano desde que eran pequeños, sentir la arena entre sus dedos por primera vez fue increíble. Sabían que algo tan hermoso era fatal, peligroso y sin duda, digno de respeto. Lo habían entendido desde el momento en que su madre, les conto la historia que su padre se había perdido en el basto mar, tragado por las olas. Aunque resulto ser una mentira, su pensamiento jamás cambio, el elemento era vital y devastador al mismo tiempo.
Las profundidades de los océanos y de los mares aún seguía siendo un misterio, era increíble como los mortales sabían más sobre el espacio que de las profundidades de los océanos. La mayor parte de la vida se acumulaba cerca de la superficie, donde hay más oxígeno y luz, facilitando el ciclo de la vida.
—¿Nuestra posición? —pregunto Percy flotando en la superficie del mar, habían nadado usando sus habilidades, alejándose de tierra firme.
—Treinta y siete grados, cuarenta y nueve minutos Norte. Veinticuatro grados, veinte minutos Este. —respondió automática Nerea. —Este es el lugar que dijo padre.
Tendrían que bajar a las profundidades oscuras, descender como nunca lo habían hecho antes, para ellos era habitual estar a 30 metros por debajo de la superficie sin sentir algún cambio en su atmosfera. Incluso los mortales practicaban buceo a esa distancia de manera natural y con ayuda de un tanque podían triplicar la distancia. Bajar a los 1000 metros donde la luz del sol ya no penetraba, donde viven animales bioluminiscentes y a los 3000 metros de profundidad podían visitar el palacio de su padre, era sencillo para ellos conocer y permanecer en el mundo subacuático.
Las profundidades eran engañosas, distribuidas por la extensión del agua había fosas con más de 3600 metros de profundidad que era el promedio del océano. Aprendes que tu cuerpo deja de luchar una vez que estas abajo del agua, el sentido común y tu instinto no sirve de nada en las profundidades. Tener miedo abajo del agua es perderlo todo, para tener éxito en una inmersión tendrías que dejar de pensar, tendrías que mantener la mente en blanco, dejar de nadar y caer libremente en el agua que la presión haga lo suyo, ecualizar sin tener visibilidad del entorno azul, impulsándose solamente con la fuerza del mar, dejarse llevar hasta el lecho marino al inicio del abismo.
—Nos destrozara. —comento Nerea mientras observaba un remolino marino, que giraba rápidamente, arrastrando y succionando el agua y todo ser marino del entorno hacia el centro.
—No tenemos elección. —se dejaron arrastrar, con una fuerza irresistible, por la corriente. Intentaban permanecer cerca el uno del otro, pero debido a la velocidad fueron arrastrados perdiéndose de vista, soportando la fuerza y presión.
