Capítulo 27

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Estábamos viendo a Esteban a solo unos cuantos metros de nosotros. Éste, estaba junto a Cristal, a quién empujaba y halaba de un lado para el otro como si fuera un objeto.

Esteban no estaba solo, unos dos amigos le acompañaban. Imagino que también deben ser chupa sangres al igual que él. 

Inmediatamente, agarro a Jaxon por un brazo y corro con él tras de una carretera que se encontraba estacionada a las orillas de la carretera.

—¡Esteban no nos puede ver! —Susurro, aún sujetando fuertemente el brazo del chico de los ojos verdes. —Si nos ve, sabrá que Austin está cerca. —Le miro seria.

—¿Qué les pasa a ustedes? —Dice Amaru en voz alta desde el medio de la carretera; mirándonos con el entrecejo fruncido y con una mirada de confusión.

—¡Cállate y ven aquí, Amaru! —Murmuro, haciéndole señas para que se acercase.

Éste, hace una mueca con la boca demostrando lo muy confundido que estaba, y no mueve ni un solo músculo. Yo, miro por sobre la carreta y veo como Esteban, sus amigos y Cristal, comienzan a caminar en ésta dirección.

Inmediatamente, me abalanzo hacia en frente y agarro al monje por la túnica y le jalo con fuerza hacia nosotros. Rápidamente, me agacho y pego mi espalda a la carreta, en tanto jalo a los chicos también para que se agachasen.

Una vez todos agachados y ocultos de Esteban, me propuse a escuchar con detenimiento por dónde éste venía. Si a éste chupa sangre se le ocurría seguir derecho en la carretera, nos descubriría.

—¿Qué está sucediendo? —Murmura Amaru mirándonos a Jaxon y a mí como si hubiéramos enloquecido.

—¡No es el momento monjesito! —Susurra Jaxon, asomando su cabeza un poco por la carreta y mirando a Esteban.

—¿Me llamaste "monjecito"? —Amaru sube su tono de voz y yo le mando a callar.

—Ya viene. —Dice Jaxon con cara de susto volviéndose a esconder.

—¿Quién viene? —Pregunta Amaru insistente.

En ése momento, escucho cómo Esteban se acerca, por lo que, agarro a Amaru y le tapo efusivamente la boca con mi mano.

Oigo, como los pasos de Esteban y los demás, giran a la derecha. El monje, intentado zafarse de mi mano a cómo de lugar.

Una vez escucho que Esteban y su escuadrón se habían alejado lo suficiente, suelto mi mano de sobre la boca de Amaru y le dejo libre.

—¿Pero qué es lo que sucede con ustedes? —Amaru me mira raro, parándose inmediatamente del suelo y tomando las fundas que contenían los mandados.

—Creo que ya se fue. —Murmuro, parándome del suelo y saliendo de detrás de aquella carreta. Jaxon me sigue.

—¿Pero quién se fue? Necesito que alguien me explique qué es lo que está pasando. —Insiste Amaru ya un tanto desconcertado.

—Es un... —Comienzo a hablar pero me detengo a pensar por un momento.

¿Qué le digo?

No es cómo que le pueda explicar que un vampiro celoso, malvado y peligroso, seguía a mi amigo Austin para cumplir con su promesa de matarlo cuando lo viera de nuevo.

—Es un chico con el cuál tuvimos problemas una vez. —Respondo un poco nerviosa. Pero, no es cómo que le haya mentido del todo. —No queríamos que nos viera. No queremos más problemas. —Suspiro mirándole. Esperando, que se crea lo que le dije.

Amaru, se queda callado. Su mirada está puesta en mí, y lo veo arquear una ceja.

—Ustedes sí que son raros... —Menea su cabeza en negación. —Y problemáticos... —Da media vuelta y comienza a caminar carretera abajo.

Vontrom Wolfrahan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora