Me quedo mirando fijamente a los vampiros que están al fondo del callejón, observándome con sus grandes ojos rojos y sus miradas de confusión.Veo, cómo Esteban me mira fijamente mientras detiene su acercamiento hacia el cuello de Cristal. Ésta, observándome con sus ojos, los cuáles, parecen dos faroles en medio de una noche oscura.
Escucho cómo Jaxon corre tras de mí y me agarra por un brazo.
Esteban, se aleja despacio de Cristal con su mirada clavada en la mía. Sus labios, lentamente dibujan una sonrisa macabra, la que puedo admitir, me hizo correr un frío por la espalda.
—¡Pero miren lo que tenemos aquí! —Dice Esteban, caminando lentamente hacia mí mientras se lame sus dos grandes colmillos, pasando suavemente su lengua por sobre sus labios. —Mis amigos los lobitos. —Ríe. Sus amigos, bien alerta tras de él. Cristal, congelada con su mirada clavada en mí.
—¡Aléjate de ella, asqueroso! —Le miro seria y éste detiene su andar. Jaxon, se para a mi lado; su mano, aún sujetando mi brazo.
Esteban, se queda callado por unos instantes, su sonrisa burlona, a la par que siniestra, aún bien presente en su rostro.
—¡Katrina, debemos irnos!—Murmura Jaxon comenzando a halarme por el brazo. Yo, halo mi brazo con fuerza y suelto su agarre. Éste, me mira sorprendido.
—¡No la dejaré aquí con estos chupa sangres para que la maten! —Digo entre dientes, mirando al chico de los ojos verdes seria.
—¿Chupa sangres? —Ríe Esteban volteándose levemente hacia sus amigos que están tras de él y viendo sus reacciones ante aquel comentario. Todos, comienzan a reír también en tanto Esteban voltea y vuelve a observarnos.
—Solo... —Digo en tanto suelto un suspiro. —Solo, déjala ir. —Miro a Cristal, quién es agarrada bruscamente por uno de los secuaces de Esteban.
—¿De verdad te quieres meter en tantos líos por ella? —La señala. —Ella no vale tanto como tu vida y la de amigo. —Mira a Jaxon. —Así que, ¿por qué mejor no das la vuelta...? —Comienza a dar pequeños pasos hacia nosotros. —¿Te vas, y hacemos como si nada de esto hubiera pasado? Como... si yo nunca te hubiera visto hoy en estos rumbos. —Continúa dando pequeños pasos hacia nosotros.
—¡No te acerques más o lo lamentarás! —Digo entre dientes. Apretando mis puños a ambos lados de mi cuerpo. Esteban se detiene bruscamente y alza sus brazos al aire con una sonrisa burlona en los labios.
—Claro, sí, lo entiendo. —Ríe.
—¡Katrina, corre! ¡Sálvate! —Grita Cristal, pero uno de los vampiros le tapa la boca y la agarra fuertemente contra su cuerpo.
—¡Calla a ésa maldita, por favor! —Grita Esteban con coraje a sus secuaces. Para luego, mirarme nuevamente con aquella sonrisa que me seguía produciendo escalofríos. —¿Y cómo está tu amigo Austin? —Levanta las cejas, apoyando un brazo de la pared del callejón. —He venido siguiendo su olor poco a poco, y mira que sí a ido lejos el cabrón. —Hace una pausa y bufa. —Pero no tengo mucho apuro por encontrarlo, voy a mi paso, sabes. Disfrutando lo que me encuentro en el camino mientras le cazo. —Comienza a mirarse las uñas de su mano libre, como restándole importancia a todo esto.
—Deja a Austin fuera de esto. Esto es entre tú y yo ahora. Solo, dame a la chica. —Digo, llamando su atención nuevamente.
—Bueno, Austin siempre va ser de mi incumbencia. Prometí matarlo y eso es lo que haré aunque tenga que cazarlo por el resto de mis días. —Se incorpora de nuevo. —Pero, en cuanto a ti... —Se queda callado por unos momentos. —No dejaré que te lleves a mi bolsa de alimento personal. —Ríe.
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Vontrom Wolfrahan ©
Kurt Adam[Tercer Libro] Se dice que la venganza te consume el alma, pero... ¿Qué te puede consumir cuando ya no tienes una? ¿Cuando has sufrido lo suficiente cómo para que la luz en tu interior de desvanezca, cuando te han pisoteado tanto, que ya no sientes...