Austin está frente a aquel chico raro y misterioso. Ambos, en posición defensiva, listos para pelear.Los ojos rojos oscuros de aquel chico, juro me daban escalofríos. Aquellos colmillos tan afilados y puntiagudos, me hacía pensar en qué podría ser, ya que, definitivamente, no era humano.
Cristal, a mi lado nerviosa, abrazándome fuerte con sus ojos clavados en aquella escena.
—Así que eres un lobo. —Ríe Esteban, mirando a Austin de arriba a abajo.
Noto, cómo Austin se queda perplejo al escuchar ésas palabras salir de la boca del chico... lobo.
—¿Cómo es que sabes lo que soy? —Pregunta con el ceño fruncido. —¿Quién eres? —Dice Austin, observándolo a detalle.
—¿Tienes miedo? —Se burla. —El que yo sé lo que eres pero tú... —Ríe. —No tienes ni idea de lo que soy. —Le mira fijamente a los ojos y siento, como todos los vellos de mi cuerpo se erizan.
—¡Me importa una mierda lo que eres! —Grita Austin enfadado. —¡Seas lo que seas, te partiré la cara igualmente!
En ése momento, ambos chicos, comienzan a correr uno hacia el otro. Una vez están cerca, ambos, comienzan a pelear de forma increíble.
Esteban, empieza a lanzarle puños a Austin hacia la cara, pero éste, se los esquiva al moverse de lado a lado y no dejando que el chico le tocase.
En un movimiento de esos, Austin, se agacha de manera repentina y lo veo, subir su puño con rapidez y lograr pegarle bajo la quijada al tal Esteban.
El muchacho, da dos pasos hacia atrás y menea la cabeza rápidamente hacia ambos lados confundido.
—¡Mierda! —Sonríe, colocando su mano sobre la quijada y acariciándose dónde había recibido el golpe. —¡Tienes una buena derecha! —Ríe de forma burlona.
—¡Deja que veas mi izquierda...! —Austin le mira fijamente. —¡Que esa, es mi mano dominante! —Habla, para luego, correr hacia Estaban nuevamente.
Ambos chicos, se siguen enfrentando de forma muy agresiva por varios minutos, ninguno, logrando pegarle un puñetazo al otro en ése tiempo. Cristal, se abraza fuertemente de mí, nerviosa; clavando su rostro en mi cuello mientras solloza.
Austin, le lanza un puñetazo a Esteban, el cuál éste esquiva. El chico, pega un gran salto en el aire, esquivando aquel golpe, y lo veo, mirar a Austin con una sonrisa macabra. Éste, cae sobre el tejado del motel, y Austin comienza a correr hacia allá, al estar lo suficientemente cerca, salta y queda parado frente a Esteban.
—Eres ágil. —Dice Austin, mirándole serio.
—¡Y tú muy lento! —Sonríe de forma burlona. —Eso es lo malo que tienen los lobos, son muy fuertes y toda la cosa, pero lentos por su gran musculatura, también. —Ríe.
—A ver señor veloz, ¿y qué mierdas eres tú? —Pregunta Austin, mirándole con una ceja arqueada.
Yo, me quedo viéndole fijamente. Esos colmillos tan alargados y puntiagudos que sobresalían de sus labios. Esa piel pálida junto con aquellos ojos rojos oscuros. Su cuerpo tonificado, pero no musculoso... esa agilidad.
—¡Es un vampiro...! —Digo en voz alta y noto, cómo Austin me mira desde le tejado.
—¡Al fin alguien que usa el cerebro! —Ríe, burlón. —Pensé que me los comería y que nunca sabrían, antes de morir, quién les había atacado. —Sonríe de labios cerrados.
—¡Eres un completo idiota! —Grita Austin y éste, se le laza encima y ambos, caen sobre le tejado dando vueltas hasta caer al suelo. Austin, sobre él.
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Vontrom Wolfrahan ©
Manusia Serigala[Tercer Libro] Se dice que la venganza te consume el alma, pero... ¿Qué te puede consumir cuando ya no tienes una? ¿Cuando has sufrido lo suficiente cómo para que la luz en tu interior de desvanezca, cuando te han pisoteado tanto, que ya no sientes...