Austin y yo estábamos en la biblioteca pública del pueblo; buscando algo que nos indicase qué era el collar que le había robado a aquel hombre misterioso; buscando, lo que sea, que nos diera una pista de lo que éste en realidad era.Ambos, habíamos pasado algunas horas leyendo entre las páginas de los libros en busca de alguna pista; pero, hasta ahora, no habíamos encontrado nada.
Mis ojos ya se cerraban por el cansancio de leer tanto, sentía que me ardían tal cuál le hubiera caído una gota de limón en ellos. Austin, con su codo sobre la mesa y su mano, sujetando su cabeza, para que éste, no cayera dormido de golpe sobre la superficie de esta.
—¡Esto es inútil! —Murmura Austin, cerrando el libro que tenía frente de él y colocándolo en la pila de diez libros que ya había verificado.
—Hay de todo aquí... menos de lo que estamos buscando. —Cierro el libro de mitos del siglo anterior que estaba leyendo.
—Es como si no existiera nada de este collar. —Austin sujeta el collar en sus manos y lo observa con detalle. —¿Qué eres? ¿De quién eres? —Le habla al collar mientras lo mira fijamente.
En ése momento, veo a un hombre mirándonos disimuladamente desde una estantería en la lejanía; en sus manos, tiene un libro el cuál, aparenta estar leyendo, pero en realidad, nos está observando.
—Pretende que te metes el collar al bolsillo y dámelo... actúa normal. —Le digo a Austin y éste me mira con el ceño fruncido; haciendo lo que le dije y pasándome el collar por debajo de la mesa.
—¿Qué sucede, Katrina? —Pregunta, poniéndose un tanto tenso y mirándome fijamente.
—Hay un hombre muy extraño que nos está observando desde unas cinco estanterías tras nosotros. —Digo en voz baja, murmurando. —Está vestido todo de negro, cómo el chupa sangre que nos merodea en casa de la señora Julia. Tiene la piel igual de pálida que aquel, pero definitivamente, no es el mismo. —Digo y Austin asiente.
—Debemos marcharnos entonces. Esto nos deja saber algo... que son más de uno y que están buscando el collar. —Dice y se levanta de la silla. Extendiendo su mano hacia mí para que yo la tomara, y lo hago.
Me paro de mi silla, y Austin sujeta mi mano con fuerza mientras ambos, caminamos hacia fuera de la biblioteca disimuladamente.
—No me sueltes, Katrina. —Murmura con su vista en la puerta de salida de la biblioteca.
—No. —Digo en voz baja, escuchando todo a mi alrededor... los pasos de la gente, sus palpitaciones, la forma de su respirar.
De pronto, escucho, el corazón acelerado de alguien en la lejanía; no debe ser de nadie en la biblioteca, ya que, era el sonido de palpitaciones aceleradas debido a un choque de adrenalina en el cuerpo... eran, las palpitaciones de aquel hombre que se proponía seguirnos.
—Cuando salgamos de la biblioteca, vamos a dar una izquierda y nos meteremos por el pasillo que está a un lado del edificio. —Murmura, ya muy cerca de la puerta principal.
—¿Cómo sabes que hay un pasillo ahí? —Pregunto, volteando el rostro y mirándole.
Austin, se torna rojo inmediatamente y me mira serio.
—¡No preguntes, por favor! —Dice, para luego, abrir la puerta de cristal y pasar junto a mí; aún tomados de la mano.
Rápidamente, ambos, aceleramos el paso y caminamos a paso rápido hacia aquel pasillo. Mientras caminábamos, escucho cómo el corazón de aquel hombre viene tras nosotros acelerando su paso también.
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Vontrom Wolfrahan ©
Lupi mannari[Tercer Libro] Se dice que la venganza te consume el alma, pero... ¿Qué te puede consumir cuando ya no tienes una? ¿Cuando has sufrido lo suficiente cómo para que la luz en tu interior de desvanezca, cuando te han pisoteado tanto, que ya no sientes...