Capítulo 6

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Me siento cansada y un poco débil...

—¡Dexter, está despertando! —Escucho la voz de Jaxon a mi lado.

¿Qué pasó?

Abro mis ojos poco a poco y comienzo a ver la luz del día. Todo está muy borroso, pero aún así, alcanzo a ver aquellos pequeños rayos de sol que entran por la ventana de la habitación.

Siento, cómo unas manos me toman de las manos en tanto me halan, otras, se posan en mi espalda y me ayudan a tener ése pequeño empujón que necesito para así poderme sentar en la cama.

Una vez mis ojos se aclaran, veo, a mi padre y a Jaxon a mi lado; ambos, ayudándome a mantenerme sentada.

—¡Bienvenida nuevamente! —Dice Jaxon con una sonrisa en los labios; sus ojos, un tanto cristalizados.

—¡Que mierda de susto me diste, Katrina! —Mi papá, se me lanza encima y me abraza con fuerza; mi rostro, pegado en su cuello.

—¿Qué fue lo que pasó? —Pregunto un poco confundida. Mi padre, se aleja de mí y veo, cómo hay lágrimas en sus ojos, pero éstas, aún no caen.

—Llevas algunas horas inconsciente... ya es medio día. —Murmura Jaxon y yo le observo.

—¿Qué sucedió? —Pregunta mi padre. —¿Cómo es que Jaxon dice que hiciste eso en la pared mientras estabas dormida? —Señala la pared, yo, la miro y recuerdo el sueño a perfección.

Las voces que repetían una y otra vez aquello "Morton Liz... Ciento Cincuenta Norte... Trescientos Cincuenta y Seis Oeste"...

Lentamente, comienzo a deslizarme sobre el colchón; intentando levantarme. Jaxon, me da la mano y me ayuda a ponerme en pie muy amablemente. Una vez sobre mis piernas, le regalo una sonrisa al chico de los ojos verdes, y comienzo a caminar hacia la pared.

Observo aquellas palabras talladas en la madera de la pared de la habitación...

¿Cómo es que hice eso sin estar consciente?

¿Estaba dormida en realidad o estaba en algún tipo de trance por beber el agua?

Pero, es que es un sueño, no puede efectuar ningún efecto en mí... ¿o sí?

—¿Sabes qué es eso, Katrina? —Mi padre se para a mi lado, con sus brazos cruzados sobre su pecho en tanto mira con detenimiento la pared.

—No estoy segura, ésas palabras... unas voces las repetían en mi cabeza una y otra vez; haciéndose más fuertes en cada momento. —Digo y volteo el rostro para mirar a mi papá, quién frunce el ceño mientras mira aquello.

—¿Ciento cincuenta Norte? —Sube su mano y se toca la barbilla con delicadeza. —¿Eso no les suena a que sea una dirección o algún tipo de coordenadas? —Nos mira a mí y a Jaxon, quién comenzó a acercarse a la pared, parándose a mi lado izquierdo.

—Creo que tienes razón, Dexter. —Jaxon da un paso hacia adelante y señala una de las oraciones escritas. —Mira aquí, trescientos cincuenta y seis oeste... —Se voltea y nos mira. —Tienen que ser coordenadas. —Asiente.

—Morton Liz, ¿qué de eso? —Pregunto mirando a los chicos.

—No lo sé. —Mi papá, da unos pasos hacia atrás y se sienta en la cama. —Puede que sea el nombre de alguna calle, de un pueblo o ciudad. Abría que averiguar.

—Creo que la señora Julia tiene un mapa. —Dice Jaxon caminando deprisa hacia la puerta de la habitación. —¡Iré a buscarlo! —Toma el pomo de la puerta, la gira y la abre.

—Busca a los demás, más mentes piensan mejor que una. —Habla mi padre y Jaxon asiente; saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras de sí.

Vontrom Wolfrahan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora