Estaba en mi habitación empacando algo de ropa y artículos de primera necesidad en mi mochila para salir con Amaru y Jaxon hacia aquel pueblo que Dawa nos había dicho que teníamos que ir.Cabe mencionar, que Jaxon estaba muy molesto por todo esto. Decía, que era una estupidez y que no le agradaba para nada la idea de salir de "excursión" junto con Amaru.
A Amaru, por otra parte, se le notaba algo molesto, pero creo, que estaba más disgustado y desilusionado que otra cosa. El que Dawa le haya enviado con nosotros cómo un tipo de "castigo" por la pelea con Jaxon, eso no le había sentado muy bien.
En cuanto a mi papá, creo que estaba un poco molesto por el saber que tendría que irme a un lugar completamente desconocido sin él...
—Pero Katrina, ¿cómo sucedió esto? —Dice mi papá desde el marco de la puerta de mi habitación. Hay que recordar, que mi padre ni ningún hombre tiene permitido entrar a mi cuarto, por lo que, Dexter no pisaba más allá del marco de la puerta para evitarnos problemas... problemas, los cuáles al parecer, no importa lo que hiciéramos, siempre nos seguían.
—¡Ya te lo conte todo papá, y dos veces! —Digo, cerrando las puertas del viejo armario de madera y caminando hacia la mochila que está sobre la cama con lo último que me quedaba por empacar.
—Pero, ¿cómo a Dawa se le ocurre enviarlos solos a un pueblo que está a una semana caminando? —Lo veo con la esquina del ojo, llevarse las manos a la cabeza desesperadamente.
—Todo va a estar bien papá. Voy con Jaxon y con Amaru. —Cierro con dificultad el cierre de mi mochila por lo llena que estaba, la tomo y me la cuelgo de un hombro.
—Puedo intentar hacer razonar a Dawa. —Se aparta a un lado y me deja salir de la habitación. Yo, procedo a cerrar la puerta tras de mí. —Tal vez les asigne algo que puedan hacer aquí. —Camina a mi lado por el pasillo, la expresión en sus ojos es de desesperación. —¿Y si le ofrezco que trapeen todo el templo de rodillas y con un paño? —Me da una sonrisa de medio lado y se encoge de hombros.
En ése instante, ambos, llegamos a la entrada del templo donde Jaxon, Amaru y Dawa esperaban.
—Disculpen la demora. —Digo, viendo que ya todos estaban listos y solo esperaban por mí.
—¡Señor Dawa! —Exclama mi padre al verle. —Con usted quería hablar. —Mi papá se le para en frente y le sonríe. El jugueteo de sus manos con sus dedos, me daba a demostrar lo nervioso que estaba.
—Si señor Mcfan, ¿en que le puedo ayudar? —Dawa le mira con una sonrisa en los labios, pero, con una ceja arqueada. Me temo, que ya éste sabe exactamente de lo que se trata.
—Lo niños en realidad tienen... —Dawa le interrumpe.
—¡Sí, si tienen! Han demostrado un muy mal ejemplo para este templo y sus compañeros. Se han comportado con rivalidad, mostrando ira y sentimientos no adecuados para entre ellos, y eso aquí no es aceptable. —Mi padre abre la boca para hablar, pero Dawa no se detiene. —Además, estos chicos no son niños, ya son casi adultos. —Nos señala. —Mírelos, los músculos de ése chico son más grandes que los músculos que yo podría tener aunque entrenarse toda una vida. —Habla refiriéndose a Jaxon. Mi padre nos mira preocupado. —Todo estará bien Dexter, ellos solo irán hacia el pueblo, comprarán lo que les escribí en la lista de recados...
—¿Llevamos una lista de compras? —Espeta Jaxon en voz alta. Amaru saca un papel del bolsillo de su túnica y se lo muestra a Jaxon mientras hace una mueca con la boca y se encoge de hombros.
—Yo no sabía nada, me la dio hace poco. —Responde Amaru.
—Como iba diciendo... —Dawa suspira con una expresión seria en el rostro. —Irán todos juntos por el camino del bosque, aprenderán a llevarse bien, llegarán al pueblo, comprarán los recados y volverán al templo. —Sonríe abiertamente mientras asiente mirándonos a todos. Todos nosotros, callados, solo observándole en silencio por algunos segundos.
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Vontrom Wolfrahan ©
Werewolf[Tercer Libro] Se dice que la venganza te consume el alma, pero... ¿Qué te puede consumir cuando ya no tienes una? ¿Cuando has sufrido lo suficiente cómo para que la luz en tu interior de desvanezca, cuando te han pisoteado tanto, que ya no sientes...