VALENTINA
El compás de la música me acompaña y su sonrisa me viene a la cabeza. Me gusta verle sonreír. Tiene una sonrisa preciosa y siempre que lo hace la mía le acompaña. Ultimamente los dias que he tenido entreno me he quedado un arto mas en la sala a solas mientras bailaba al compás de la musica, pero he hecho planes con Kaela y las chicas y me toca irme a la hora que acaba la clase si quiero que me de tiempo a ir a casa. Me despido de las chicas en el vestuario y cuando bajo las escaleras veo la espalda de Sam. Y no se como lo sé, pero se que es el.
—Buenas tardes. —poso mi mano en su hombro y le dedico la mejor de mis sonrisas.
—Hola Valen.
—¿Vas a las hogueras? —Kaela me ha dicho que lo suelen hacer muchos jovenes durante algunas noches de verano, pero parece ser que en la de hoy es en la que mas gente se reúne.
—No tenía pensado ir. ¿Tu vas?
—Con las chicas.
—Seguro que te gusta. —caminamos uno al lado del otro hasta llegar a mi coche.
—¿Porque no le das una vuelta a eso de venir?
—Estoy cansado y hace años que no voy.
—Razón de más para venir. Te espero allí. —amplio mi sonrisa y el niega con la cabeza.
—No prometo nada. —le mando un beso y entro al asiento del conductor con una sonrisa de oreja a oreja.
Una hora después ya es la quinta vuelta que doy intentando encontrar un aparcamiento para el coche. La playa está repleta de gente, no cabe ni un solo alfiler. Apago la musica porque me está empezando a agobiar. Un poco a lo lejos veo a un coche deportivo dar marcha atrás y doy gas hasta llegar a el. Cuando sale un poco mas me doy cuenta de que es Noah y toco el claxon. Este me mira por el retrovisor una vez fuera del sitio en el que estaba aparcado y me saca el dedo por la ventanilla. Aparco en dos movimientos como si me lo fuese a quitar alguien estando ya dentro y salgo enseguida ya que Noah me está esperando en medio de la carretera. Me apoyo en su ventanilla sonriendo y el también lo hace.
—Te debo los que quieras.
—Si ahora cuando vuelva no encuentro sitio, te rayo el coche.
—Te corto las manos. —le saco el dedo con una sonrisa impecable.
—Ahora nos vemos rubia.—le doy la espalda y salto el muro entrando a la playa. Enseguida visualizo a las chicas y cuando llego a ellas lo primero que hago es dejar mis cosas en el bolso de Kaela. Otro de mis defectos es que siempre llevo las cosas en las manos. Saludo a las chicas y una vez sentadas sobre los troncos alrededor de unos trozos de madera que todavía no arde, Julia habla con la cabeza agachada.
—Tina.
—Dime. —alza la mirada y sus mofletes se tornan rojos.
—¿Tu hermano va a estar por aquí?
—Si, aquí concretamente. Le he dicho que venga con nosotros, en un rato llegará.—Zoe se hubiese metido con ella si hubiese estado aquí pero hace unos minutos que se ha levantado para saludar a una chica. En concreto a la chica que le gusta. Si de algo me he dado cuenta estas semanas que llevo aquí es de que me encanta ver a Zoe nerviosa. Pasa su peso de una pierna a otra y asiente todo el rato sonriendo.
No pasa mucho tiempo hasta que a lo lejos veo a Noah. Sonrío y corro hacia el intentando tirarle a la arena, pero parece que no aprendo porque acabo boca abajo en su hombro y con vistas directas al culo de Noah Harrison.
—Suéltame, tengo ganas de vomitar. —me rio porque su brazo me hace cosquillas, pero las ganas de vomitar solo aumentan. Me fijo en que tenemos los pies de alguien justo al lado y enseguida se que es Sam así que, como no, recurro a el.
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Ya no nos queda tiempo
RomanceValentina no tiene miedo de empezar su vida de cero. Hace pocos años que dejó el miedo a un lado y decidió quererse ante todas y cada una de las situaciones. Lo que no tenia planeado era conocer a Sam Walker en el viaje de camino a Los Ángeles. Sam...